Un campus a los pies del Kilimanjaro

El fútbol como elemento de unión entre culturas a través del intercambio de conocimientos y experiencias. Esta es la esencia de uno de los proyectos formativos que la Fundación Celta de Vigo está desarrollando en lugares tan dispares como China, Egipto Panamá o el más reciente, en Tanzania. En esta aventura del balompié como elemento integrador participan muchos técnicos de formación. La casualidad ha unido a tres ourensanos (Diego Sarabia, Cristian Rodríguez Morgade y Borja González Portas) para dirigir y desarrollar un campus a los pies del Kilimanjaro. Tuvo lugar entre el lunes 5 y el sábado 10 en las instalaciones de un colegio a las afueras de la ciudad de Arusha y estaba dirigido a "formar a niños y jóvenes de la Magnet Academy de Dar es- Salaam así como a entrenadores", afirma Diego Sarabia, coordinador internacional de la Fundación Celta junto a Marcos Alonso, que esta vez no se desplazó. "Hemos estado trabajando con 52 futbolistas y 15 entrenadores en jornadas de formación alternas. Teníamos sesión por la mañana y otra por la tarde, de hora y media cada una, y en el descanso hacíamos vida con ellos, comiendo en la misma instalación. Por la mañana había un sistema rotativo con los tres grupos en tres áreas: coordinación y psicomotricidad , "sico" (mejora de aspectos técnicos, individual o colectivamente) y finalización. Posteriormente, una hora de talleres formativos, dos días con técnicos y otros dos con jugadores. Y por la tarde, otros 90 minutos de trabajo, de los que media hora se dedicaba a la mejora de aspectos como la pierna no hábil, volea, golpeo de cabeza...", añade Sarabia. Y para finalizar cada jornada, sorteo de equipaciones y regalos del club. "La experiencia está siendo brutal. Con estas actividades te das cuenta de que el fútbol es mucho más que el partido del domingo del primer equipo. El fútbol nos da la oportunidad de conocer otras culturas, otras formas de vida, de descubrir las maneras de entender el deporte de otros lugares en los que la Fundación Celta, con este proyecto que nos abre al mundo, lleva trabajando tiempo: China, Panamá, Puerto Rico, México, Egipto, Turquía, donde hace 15 días abrimos una escuela, y ahora Tanzania". La pasada semana fue el campus en Arusha y ayer mismo finalizó un clinic en Dar es-Salaam, la capital de Tanzania. Y todo ello con tres ourensanos de la Fundación Celta al frente. El fútbol, un elemento de unión.