Deporte profesional y después el otro

El decreto de estado de alarma el pasado mes de marzo dejó en shock a la sociedad española. Todos los sectores, el del deporte incluido, comenzaron a sufrir los tremendos rigores de una pandemia que además de mucho sufrimiento dejaba una gran dosis de incertidumbre respecto al futuro. Mucho se ha hablado de aquello de "aprender a convivir con el virus", y en ello se está, qué remedio, pero lo cierto es que han pasado cinco meses y la situación no tiene visos de solución. El deporte profesional está, malamente y como puede, tratando de cerrar la temporada 2019-2020, pero el deportista de a pie pone sus ojos un poco más allá, en el curso 2020-21. Cierto es que ante la enfermedad y sus riesgos la competición debe relegarse a un segundo o tercer plano, y con los actuales datos de covid-19 sobre la mesa más, pero se agradecería que las autoridades sanitarias y deportivas se pusieran de acuerdo para lanzar mensajes precisos y concisos sobre el futuro inmediato del deporte. Hasta ahora no lo han hecho por dos motivos. El primero, por ganar algo de tiempo, ya que tal vez no tengan claro lo que van a hacer, pero este covid-19 ha salido muy peleón. El segundo, por no lanzar el mensaje que muchos podrían considerar tremendista pero que todo el mundo, los primeros los federativos y las autoridades sanitarias, tienen en mente. Y es que la próxima temporada, el deporte se reducirá a la mínima expresión. O hay pronto una solución médica a la que todos tengan acceso o la competición, tal y como se conocía hasta ahora, se terminó por el momento. En esta época postconfinamiento el deporte profesional ha ido por un lado y el no profesional por otro. De cara a la próxima temporada el profesional irá y el otro, por desgracia, probablemente no vaya. Ya que ni desde la "burbuja" del deporte profesional se puede garantizar la seguridad de los deportistas, de la actividad amateur casi mejor no hablar, máxime cuando hay federaciones, como la española de fútbol, que tenían previsto el arranque de algunas de sus ligas el 4 de septiembre y que todavía no ha hecho público el protocolo anticovid de vuelta a la actividad. La base Y si difícil lo tiene el deporte amateur, dentro de él todavía más las categorías de formación. Ya fueron las sacrificadas en el estadio inicial de esta crisis sanitaria y lo volverán a ser ahora. Toca esperar acontecimientos, pero da la sensación de que solo aquello que genere dinero (el deporte profesional y ni siquiera todo), será el único que se ponga en marcha en el tramo final de este 2020, el del coronavirus.