La Copa Diputación de piragüismo hizo ayer su tercera parada del curso. La villa de Allariz acogió una nueva prueba puntuable para el certamen, en esta ocasión coincidiendo con la atípica Festa da Empanada, que al igual que el pasado año no tuvo celebración en el campo de Vilanova, pero sí movimiento en la zona próxima a la playa fluvial y a las piscinas.
No hubo ambiente en el aspecto culinario, pero sí en el deportivo, ya que la zona del río Arnoia se quedó pequeña para acoger al gran número de deportistas de todos los clubes ourensanos que se desplazaron hasta la villa alaricana.
Una competición en categorías que iban desde los más jóvenes, los prebenjamín, hasta cadete, tanto en modalidad masculina y femenina, que reunieron a casi 200 deportistas de base, que confirman que el futuro en la modalidad está más que asegurado.
Durante toda la mañana, las mangas fueron llenando de color las aguas del río ourensano, con la presencia del anfitrión, el Allariz, el Fluvial de O Barco, el Castrelo-Avión y la Escuela Orensana de Piragüismo, que obtuvieron, de forma repartida, buenos resultados.
Tras la competición provincial, ahora los deportistas de base ourensano ya comienzan a trabajar en la próxima parada de un calendario veraniego que se ha disputado con normalidad.
