CICLISMO

Rodillo y Fornite desde el confinamiento

Breogán Diz Vences se entrena en casa. El rodillo es indispensable para un ciclista, pero también toca realizar otros ejercicios.
photo_camera Breogán Diz Vences se entrena en casa. El rodillo es indispensable para un ciclista, pero también toca realizar otros ejercicios.
Breogán Diz Vences, ciclista limiano del Aluminios Cortizo, mantiene la forma en casa mientras espera el retorno a las carreteras

"Ya ni sé las horas que llevo de rodillo en casa. Es una locura". Como un guepardo que no puede salir a correr, así se encuentra Breogán Diz Vences, una de las firmes promesas del ciclismo de carretera ourensano y gallego, confinado al igual que el resto de ciudadanos en su casa.IMG-20200413-WA0005_resultado

El deportista limiano, cerca de cumplir los 17 años, intenta mantenerse en forma de cara al retorno a la competición, después del frenazo a una temporada que para él apenas había comenzado. Solo una carrera en Santiago de Compostela que se saldó con un pinchazo y el posterior abandono en su debut como júnior, que le hace afrontar este año "con muchas ganas. Teníamos un programa de carreras amplio esta temporada, pero bueno, a ver qué se puede correr", reconoce el deportista del Aluminios Cortizo/Club Ciclista Padronés, que comenzó su trayectoria (como casi todos los de la nueva hornada de ciclistas provinciales) en el Club Ciclista Maceda.

Paso por el mini btt y posterior alternancia de la bici de montaña y carretera hasta que en edad cadete de primer hubo cambio de aires. "A mí lo que más me gusta es la carretera y en el Cortizo me ofrecían correr en más pruebas. En el Maceda alternábamos carretera y bici de montaña y aunque me gustaba prefiero las pruebas en ruta, se me dan mejor", reconoce el limiano, que fue reconocido el pasado año como mejor ciclista cadete de la temporada autonómica.

Buenas credenciales para el asalto a la categoría júnior, en la que aterrizó este año y en la que espera realizar un buen papel. Para ello, entrenamiento duro y bien marcado por el entrenador del equipo. "Hago dos días de series, tres de gimnasio y rodillo y uno más de rodillo suave". Seis jornadas a la semana de trabajo para un ciclista "de subidas cortas y potencia", es decir, de clásicas belgas.

Una afición que le viene de su padre, que ya andaba en bici antes de que él le quitase los ruedines a la suya. Deporte de dos ruedas en una familia de atletas, ya que Rubén Diz, uno de los mejores máster del mundo, es su primo.

Y aunque el deporte es importante, no menos lo son los estudios. Adaptándose al cambio de dinámica, la rutina de Breogán se basa "en los deberes que nos encargan durante la semana, en jugar al Fornite con los amigos y en hablar por teléfono", lo habitual en un chaval de 16 años que va en bici "hasta a buscar el pan" y al que no le gusta nada "correr, aunque mi primo sea Rubén", reconoce entre risas. IMG-20200413-WA0006_resultado

Esperando el regreso

Toda una declaración de intenciones para un deportista que espera, a golpe de pedal, el retorno a las carreteras. Entre ceja y ceja seguir progresando y confirmar el potencial de un ciclista con talento y cualidades.

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