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¿Cómo se protegen los alimentos en verano?

Mantener en frío las comidas protege los alimentos y evita las enfermedades.
photo_camera Mantener en frío las comidas protege los alimentos y evita las enfermedades.
En esta época, la mayor exposición que tienen los alimentos a las temperaturas cálidas aumenta el riesgo de contaminación de las comidas. Aquí, varias recomendaciones. 

Para conservar correctamente los alimentos y mantener su inocuidad, es recomendable seguir ciertas medidas de manipulación e higiene, especialmente en verano. En esta época, la mayor exposición que tienen los alimentos a las temperaturas cálidas aumenta el riesgo de contaminación de las comidas. 

La rotura de la cadena de frío favorece el crecimiento de las bacterias y despliega un alimento no seguro, que causa frecuentemente, alteraciones en la salud. 

Las Enfermedades de Transmisión Alimentaría (E.T.A.) son enfermedades generalmente digestivas, causadas por el consumo de alimentos contaminados. Se clasifican en intoxicaciones e infecciones alimentarias y se presentan con síntomas característicos (diarrea, vómitos, dolores abdominales, fiebre, etc.) Algunas de las ETAs más frecuentes incluyen salmonelosis, disentería, botulismo, entre otras.

Aunque la brecha de seguridad ante estos microorganismos se rompe más comúnmente por desatender la higiene en las tareas de preparación, la temperatura de riesgo, también ayuda a la multiplicación de las bacterias que dañan el alimento. 

Esta situación potencialmente peligrosa, puede evitarse poniendo en práctica cinco medidas  efectivas que conservan seguras las comidas: 

1.  Resguardar los alimentos de la temperatura de peligro. Preparar las viandas mucho tiempo antes de su consumo, es un riesgo muy alto. Cuando se dejan los alimentos expuestos a temperaturas entre 5 y 60°C se da luz verde al crecimiento bacteriano. Podemos evitar esto refrigerando lo antes posible tanto los platos cocinados, como los productos perecederos (carnes, pescado,..) por debajo de los 5°C y no descongelando en el mesado fuera del refrigerador. 

2. Extremar la limpieza. Lavar las manos con frecuencia, antes y durante la elaboración de las comidas es una medida clave. Es importante asegurar la higiene personal del manipulador, cuidar la limpieza y protección de los alimentos, utensilios y superficies de cocina. 

3. Separar los alimentos crudos de los alimentos cocinados para impedir la contaminación cruzada. Los víveres crudos pueden contener microbios invisibles que pueden pasarse a los productos listos para comer (contaminación cruzada).

4. Cocinar completa y uniformemente. Las carnes y el pescado crudo o poco hecho, o los lácteos sin pasteurizar, son una fuente importante de enfermedades causadas por los alimentos contaminados. Con una cocción adecuada se pueden eliminar microorganismos. Al calentar los alimentos durante 2 minutos a 72 °C como mínimo, la mayoría de los microbios patógenos mueren.

5.  Usar agua potable y materias primas seguras.

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