El estremecedor accidente de los recientemente proclamados campeones de Europa, Efrén Llarena y Sara Fernández, durante la disputa del Barum Rally en la República Checa deja una lectura positiva, que la seguridad en los vehículos de competición ha dado un paso adelante en las últimas temporadas.
La salida de carretera, que se produjo por la rotura de la dirección tras tocar un poste de la carretera (tal y como confirmó Llarena), mostró la resistencia del Skoda Fabia Rally2 Evo, que impactó frontalmente contra un árbol.
El golpe provocó que el motor del Fabia saliese despedido varios metros y se produjese un conato de incendio que los propios ocupantes apagaron activando la extinción automática del vehículo.
La violencia del impacto puede apreciarse en la cara de dolor de Sara Fernández, que ha resultado ilesa, mientras que Efrén Llarena, que salió también por su propio pie del vehículo, tiene una vértebra rota que le obligará a guardar reposo durante un tiempo indeterminado.
Un daño considerable pero que a la vista del estado del Skoda tras el impacto solo confirma el gran trabajo realizado por los equipos y la FIA para evitar desgracias en una deporte como es el automovilismo.
