Un año sin Roberto Soto, el hombre del Ribeira Sacra

Ourense. 20/09/2018. Entrevista a Roberto Soto.
Foto: Xesús Fariñas
El alma máter del rally puntuable para el regional gallego falleció de forma repentina

Lo recuerdo como si fuera ayer. En Bélgica, viendo el Condroz Rally, una llamada a un compañero de viaje nos puso en alerta a primera hora de la mañana. Roberto Soto había fallecido de manera repentina, un shock para todos.

Aquel día, en mitad de los prados y barrizales de la zona de Huy nos sentimos todos un poco más vacíos, se hizo un silencio que dio paso a alguna anécdota curiosa con él como protagonista y que nos hizo sonreír aguantando la lágrima. Porque hacía muy poquito que había quedado atrás una edición del Rally Ribeira Sacra con debut por Sober y porque en su objetivo estaba sacar adelante la novena edición de la prueba para llegar al colofón con la décima, esa que iba a ser memorable, él mismo lo había repetido hasta la saciedad.

El día 2 de noviembre el Ribeira Sacra se quedó sin padre aquel día y los aficionados ourensanos un poco más solos en este mundillo. Soto era un apasionado de esto y el componente emocional que le había llevado a los rallys le hacía todavía más implicado con una carrera que generalmente le daba satisfacciones, pero también muchos disgustos y preocupaciones en su amada Luintra.

Los meses previos eran una montaña rusa emocional mientras llegaba la salida del primer participante y las llamadas telefónicas con él eran una constante, no sé si como desahogo o como búsqueda de apoyo en sus nuevas ideas. Él solo quería que todo saliese perfecto y supo hacerlo, vaya si supo, que se lo digan a Luintra. Recuerdo cuando vino el equipo de Tommi Makinen lo contento y preocupado que estaba a la vez. Qué orgullosos nos sentimos los ourensanos de tener a los japoneses en el Rally y que publicidad tan buena le hizo a la ciudad y a la Ribeira Sacra, impagable.

Ourense 20/9/2017 test equipo japones

También recuerdo su agobio y preocupación tras el accidente de Katsuta, el ahora piloto oficial de Toyota, y de la visita que hicimos al Centro Médico El Carmen para ver como se encontraba.

Y justo cuando llegaba la edición que más esperaba, esa en la que tenía depositadas tantas esperanzas, se fue. Sin despedirse, discreto y en silencio, con tanto que hacer y tanto que dar a su familia, a la que envío todo mi cariño.

Este año no hubo Ribeira Sacra, tampoco muchos otros que por la pandemia se han ido cancelando. Solo espero que en 2021 se pueda rendir el homenaje que sus compañeros de Escudería le tenían preparado. El Ribeira Sacra echa de menos a Soto, no se puede dejar caer la cita ourensana del regional porque él no lo habría consentido y creedme, motivos tuvo de sobra en todas las ediciones.

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