La Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) advirtió del “peligro” para la seguridad vial y para los centros de formación que, a su juicio, entraña el artículo 62 de la reforma de la Ley de Tráfico, y añadió que quince enmiendas presentadas por senadores respaldan su criterio.
La organización de autoescuelas ha avisado de que la destrucción de la estructura clásica del sector, que el mencionado artículo promueve, “acarrearía un empeoramiento de la formación que reciben los aspirantes a conductores, lo que se traduciría a medio plazo en un aumento de los muertos y heridos graves” en las carreteras, algo que va en contra del trabajo realizado en los últimos años a través de campañas y formación.
En este sentido, CNAE rechaza, entre otras cosas, que sólo se exija un local para operar en todo el país, pues “ello supondría el cierre de miles de autoescuelas y el caos” en los servicios de exámenes de las Jefaturas de la DGT, que “no podrían prever la afluencia de aspirantes”.
Además, sostiene que con la desaparición “masiva” de los centros, se perderían “decenas de miles de puestos de trabajo directos e indirectos, lo cual repercutiría muy negativamente en la situación económica y social, sobre todo de la España vaciada”.
En cuanto a la disposición adicional tercera, la Confederación considera que los módulos de concienciación y sensibilización deben insertarse en la enseñanza de la conducción y ser presenciales, “tal y como opinan la práctica totalidad de los expertos y científicos”.
