Claves y consejos para el uso de sistemas de retención infantil

La seguridad en el mundo del automóvil ha dado pasos adelante de forma muy evidente durante los últimos años. En el caso de los sistemas de retención infantil (SRI), el avance ha sido patente, tanto en los elementos y anclajes de seguridad, como en las distintas posiciones y elementos accesorios que ahora son obligatorios a la hora de transportar a los más pequeños en automóvil. Por suerte, lejos quedan ya los años en los que los niños y bebés viajaban en brazos o en el regazo de los progenitores durante los trayectos en coche. Estas acciones, tipificadas ya en el código de circulación como graves, han ido desapareciendo de las escenas diarias para pasar a ser meras anécdotas que son sancionadas con dureza por los agentes del orden y que verán aumentado el número de puntos a retirar en la siguiente reforma del código que llegará en un par de meses. Sin embargo, y a pesar de que los avances son grandes en la materia, todavía se cometen muchos errores a la hora de transportar y asegurar a los menores dentro del vehículo. Dos reglamentos activos Ahora mismo conviven dos reglamentos a la hora de regular todo este proceso, el 44 y el 129. Ambos son válidos hasta el momento, pero a la hora de elegir una silla infantil, es mejor fijarse más en el 129, puesto que será el que seguirá adelante a partir de 2028. Este reglamento divide las cinco categorías en altura y edad, dejando de lado la normativa en cuanto a peso que también se incluye en la norma 44. Otro aspecto importante a tener en cuenta es el sentido de la marcha. Beni Bouzada, portavoz de la Federación Estatal de Técnicos de Educación Vial destaca que "si bien solo es obligatorio llevar a los niños en sentido contrario a la marcha hasta los 15 meses, distintos estudios recomiendan que esto se prolongue hasta los cuatro años". Esto es debido a que, según esos estudios realizados, "los órganos internos de los más pequeños y algunas partes como el cuello y la cabeza todavía no están formados al completo, por lo que en caso de impacto resultarían menos dañados y perjudicados si van en el interior del vehículo a contrasentido". Y si bien es obligatorio que las sillas estén instaladas en los asientos traseros, en caso de tener que hacerlo en el delantero debido a alguna de las excepciones que contempla la norma (como ser un biplaza, estar ocupados los asientos por otras sillas o que no se pueda instalar el sistema de retención infantil en los asientos traseros), es imprescindible desconectar el airbag del acompañante mediante cualquiera de los sistemas que suelen estar disponibles. Generalmente en el lado del acompañante, mediante el accionamiento de un botón o girado de la llave de encendido. Los desplazamientos cortos Es quizá una de las asignaturas pendientes. Los desplazamientos de apenas un par de kilómetros por la ciudad pueden llevar a una relajación, tanto en la forma de fijar los arneses o de permitir que el menor (de menos de 1,35 metros) viaje en los asientos delanteros. La peligrosidad de esta maniobra puede resultar fatal, ya que a solo 30 kilómetros por hora (la velocidad a la que se debe circular por ciudad ahora mismo), un accidente puede dejar al menor con lesiones irreversibles. Errores en la fijación La introducción del Isofix en todos los coches construidos después de 2007 ha facilitado mucho la sujección de las sillas y los elevadores para los menores dentro del vehículo. A pesar de eso, todavía son muchos progenitores que situan de forma irregular los arneses, lo que reduce la efectividad de este elemento de seguridad. Bouzada recuerda que "nunca debemos sentar al niño en la silla con la cazadora puesta, ya que le quitamos ese punto de fijación al arnés y en caso de accidente puede resultar peligroso porque pierde efectividad". El asiento elevador Una vez que la silla queda atrás, la utilización correcta del elevador es la prioridad (grupo 2 y 3). "Es clave que el niño respete la altura correcta dentro del asiento para no sufrir lesiones con el cinturón de seguridad. Este elemento es eficaz en caso de impacto, pero si queda a la altura del cuello del menor podría actuar como una sierra, es peligroso". Por eso recomiendan su utilización "hasta que el niño mida 1,50 metros. Actualmente solo es necesario hasta los 12 años o hasta que mida más de 1,35 metros, pero lo consideramos insuficiente". En este sentido también solicitan que cuando se adquiera un producto de este tipo "tenga respaldo, ya que aumentará la seguridad en caso de accidente". Aumento de sanciones La reforma del código de circulación aumentará las sanciones y la retirada de 3 a 6 puntos en caso de no utilizar o hacerlo de forma incorrecta el sistema de retención infantil. Y aunque el carnet de conducir es importante más allá de la pérdida de puntos que puede acarrear esta negligencia, lo importante es concienciarse y educar a los usuarios de la necesidad de proteger a los más pequeños, los más vulnerables, de posibles lesiones en un accidente de circulación. CLASIFICACIÓN DE LOS SRI Los sistemas de retención infantil se dividen en cinco grupos, según la clasificación que marca el reglamento 129: - Grupo 0: hasta 10 kilos. - Grupo 0+: hasta 13 kilos. - Grupo 1: de 9 a 18 kilos. - Grupo 2: de 15 a 25 kilos. - Grupo 3: de 22 a 36 kilos - Mayores de 12 años: cinturón de seguridad o sistema homologado.