Cinco claves de un Rally inolvidable

Raúl Delgado y Carlos Nóvoa, a los mandos del Peugeot 206. (X. FARIÑAS)
photo_camera Raúl Delgado y Carlos Nóvoa, a los mandos del Peugeot 206. (X. FARIÑAS)
La cita ourensana demostró por qué es una de las mejores del supercampeonato

El Rally de Ourense de 2022 ya es historia. Efrén Llarena y Sara Fernández ya tienen en su vitrina la rueda de afilar y piensan en las próximas citas de su apretado calendario mientras desde la Escudería se hace balance de una edición que será recordada por su calidad, igualdad y valentía organizativa. Ahora que todo está reposado, llaman la atención cinco puntos que han hecho sobresalir a la prueba.

El tramo urbano

Especialmente complejo en la planificación, pero un éxito en cuanto a público, espectáculo y organización. Ha tardado 55 ediciones en llegar, pero debe continuar e incluso crecer en cuanto despliegue, ya que el retorno ha sido tremendamente positivo, además de perfectamente seguro y fácil de seguir por las pantallas. Un aliciente más para acercarse a Ourense. 

El retorno al centro

Era una situación necesaria, pero que durante años se evitó retomar por no causar un problema a los vecinos y habitantes de la ciudad. Sin embargo, con todo organizado, el impacto fue mínimo y se recuperó el ambiente de años anteriores. La ceremonia de salida fue un auténtico espectáculo, gracias en parte a un grupo de aficionados que disfrutaron e hicieron disfrutar al resto con su buen rollo al paso de los equipos. Bocinas, banderas y mucho ruido para darle ese punto de emoción extra a un acto realmente bonito.

Los tramos nuevos

A Merca-Celanova y Barbadás fueron clave en un rally que dio una vuelta de tuerca al recorrido, pero acercándose mucho a la capital. El hecho de poder ir en transporte urbano a uno de los tramos (el de A Valenzá) fue tremendamente positivo para la cita, más teniendo en cuenta la gran afluencia de público en ella. La fiesta de Toén, otro punto interesante y añadido a la carrera, que ayudó a concentrar al público en un punto.

Dureza para todos

No solo los equipos de cabeza sufrieron la dureza de la prueba. Por detrás, muchos equipos se vieron obligados al abandono, tal y como le sucedió a uno de los protagonistas habituales del rally como es Miguel Álvarez. El de Maceda sufrió una avería que le privó de rodar al ritmo habitual, lo mismo que Adrián Rodríguez, Jaime Sampil, Sergio Rúas o Héctor Forneiro, entre otros.

Un Nacional de enorme nivel

Resulta complicado recordar un campeonato con el nivel y la igualdad que se ha visto este año en la provincia de Ourense. 

Mientras estuvieron en carrera, los cinco principales candidatos se pelearon en diferencias de uno y dos segundos, lo que confirma que esta generación viene pisando muy fuerte. 

Ojalá que en próximas ediciones más equipos puedan sumarse a esta batalla, porque deja pegado al asiento o al asfalto.

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