Consejos para andar en motocicleta

Un conductor de una motocicleta, durante el trayecto al trabajo en Vigo.
photo_camera Un conductor de una motocicleta, durante el trayecto al trabajo en Vigo.
Las dos ruedas se han convertido en una alternativa más que viable para ahorrar unos euros cada mes, pero hay que conocer cuáles son los riesgos

La pandemia y posteriormente el incremento incontrolado del precio de los combustibles han hecho que el número de motocicletas que circulan por Galicia hayan crecido de sobremanera, al punto que algunos usuarios se han decidido por este medio de transporte sin tener ni la formación, ni la experiencia ni el equipamiento adecuado.

Por ello y para evitar siniestros viales en los que el usuario resulte herido, es importante conocer una serie de conceptos para minimizar los riesgos.

CONOCER LA MOTO

El primero de los consejos es una cuestión de seguridad. Es importante conocer la motocicleta y sus prestaciones. Lo lógico es comenzar con pequeños trayectos a baja velocidad para ir ganando confianza y ritmo con el vehículo. Aunque no es imprescindible, pasar por la autoescuela para recibir unas clases prácticas nunca está de más, por lo que en caso de no notarse con mucha  soltura, es quizá el mejor de los consejos.

APRENDER EN CARRETERA

Transitar por una carretera poco concurrida ayudará a perderle el miedo a la motocicleta. Los primeros días evita entrar en las grandes ciudades si no quieres que el estrés conduzca por ti o tengas un accidente por la inexperiencia.

EQUIPAMIENTO CORRECTO

Es habitual ver a conductores en pantalones cortos o camiseta en motocicleta, especialmente en las zonas de costa. Al margen de comprar un casco de calidad, también es importante hacerse con unos guantes que eviten daños en las manos y una chaqueta con refuerzos. Y como no, nunca en pantalón corto o falda, el asfalto es abrasivo. 

PASAJEROS

Llevar a gente “de paquete” si no se tiene la soltura  es una mala idea. Los cambios de pesos e inercias pueden provocar un accidente si la experiencia brilla por su ausencia. Frenadas, giros y demás, son delicados de por sí, más con un peso adicional.

FRENADAS

Las frenadas de imprevisto son un clásico dentro de las ciudades. Mantener la concentración y estar alerta de cualquiera de los peligros que pueblan las carreteras pueden salvar al conductor de un siniestro. También es importante conocer los sistemas de seguridad que incorpora la motocicleta, ya que no es lo mismo frenar con ABS, que sin él. Si no hay experiencia, cuantas más ayudas a la conducción, mejor.

EL ESTADO DEL ASFALTO

No es ningún secreto que el asfalto de las ciudades y carreteras gallegas no es el mejor. En muchos casos, baches, brechas y socavones conviven con el conductor, que en una motocicleta se acentúan. Si a eso se le suma la lluvia, el peligro aumenta. En ese caso toca bajar la velocidad y suavizar movimientos.

LA DISTANCIA

Hay una manía grande por parte de los conductores que consiste en no respetar la distancia de seguridad. Ni motoristas ni conductores de automóviles lo hacen, lo que aumenta el riesgo de daño en caso de colisión. Las manos del motorista siempre tienen que tener un dedo apoyado en el freno, por si los frenazos.

ALCOHOL Y DROGAS

Otra obviedad, pero las motocicletas se rigen por el reglamento de tráfico, así que si bebes, no conduzcas.

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