El ingeniero Roberto Gómez, ganador de Le Mans con Porsche, imparte una charla en el Foro La Región (20:15 horas) en homenaje a Antonio Colemán
El dominio de Porsche en Le Mans y el Mundial de Resistencia entre los años 2015 y 2017 tiene parte española. El ingeniero madrileño Roberto Gómez fue uno de los trabajadores del proyecto con el 919 Hybrid y esta tarde (Salón de actos de la CEO) contará en el Foro La Región, que rinde homenaje a Antonio Colemán, su experiencia y cómo ha trasladado la firma su inversión a los coches de calle.
De casi trabajar en la F1 con HRT, a terminar en Alemania con un proyecto nuevo. ¿Cómo llega a Porsche?
Al cerrar HRT de forma casi imprevista, comencé a buscar alternativas, pero es cierto que lo de Porsche al principio no me atraía mucho. Al final por recomendaciones de gente que estaba allí, que me dijeron que era impresionante, decidí ir un año a probar y al final estuve cuatro muy feliz.
Un proyecto nuevo, con gente de la F1 y de la resistencia. ¿Cómo fueron los comienzos?
Firmaron a gente del equipo BMW Sauber de Fórmula 1 y a otra que tenía experiencia en resistencia. Al principio eran dos grupos separados cada uno intentando marcar su terreno, un poco complicado. En 2014 fue un año de prueba con muchos test, muchas carreras y problemas, pero a finales de ese año el equipo empezó a funcionar realmente. En Le Mans 2014 lideramos ese año bastante tiempo pero no era real, no estábamos preparados para ganar.
Y después, tres años de dominio.
En Le Mans si no tienes todo controlado no ganas. Como haya algo que se te escape de las manos se te vuelve en contra. En esa carrera solo cuando tienes todo controlado y preparado al 100% es cuando puedes llevarte la victoria. Ahí, en ese momento que peleas por ganar, si tienes un poquito de suerte es cuando lo consigues. Si algo no está bien, lo pagas.
¿Dónde estuvo la clave de ese dominio?
No hay un factor claro, creo que fue el conjunto. Desde el trabajo mecánico, pasando por los ingenieros, a los pilotos. Todo estaba orientado para esto.
¿Cómo fue la entrada en el mundo híbrido?
Desde el principio me quedé sorprendido por la aceleración de estos coches. Es superior a la de un Fórmula 1, para que te hagas una idea. Todos los pilotos que vienen de esa categoría y lo prueba se quedan alucinados.
¿Y la eterna batalla por el sonido o la ausencia de él?
Es el gran debate. Cuando ves un coche muy rápido, lo que te impresiona son sus tiempos, no su sonido y creo que eso es lo que pasará cuando todo eso se traslade a los vehículos de calle. Cuando la gente pruebe los híbridos y vean sus prestaciones, muchos cambiarán de opinión. Claro que hay personas que seguirán hablando del sonido, pero será una cuestión de gustos y de que lo prueben.
¿Es la electrificación el futuro de la automoción?
Yo creo que todo apunta hacia la convivencia de las dos tecnologías. Habrá las dos y se combinarán. Tiene que haber de todo. Lo que no se puede es criticar una tecnología por una cuestión de gusto personal. Todos son buenos a su manera y no aporta absolutamente nada la crítica vacía.
Y en el caso de Porsche, ¿Qué exporta de la competición a los coches de calle?
La verdad es que prácticamente todo. Para Porsche la competición era un banco de pruebas para sus coches de diario. Ten en cuenta que ellos invirtieron 300 millones de euros por temporada cuando estuvieron en Le Mans y buscaban rentabilidad. Te pongo un ejemplo, la tecnología del Panamera híbrido viene directamente del 919 de competición y eso sucede constantemente.
Por último, Ourense es una tierra de motor y Porsche ha anunciado un Cayman GT4, ¿Es un cambio de dinámica?
Al final, Porsche pertenece a un grupo y las decisiones se toman ahí. La marca siempre estuvo vinculada a la competición, pero quizá en VW hayan ido más hacia la los rallys. Ahora que su proyecto en el WRC terminó quizá estén buscando una vía, pero creo que seguirán en los circuitos.
