El grupo BMW ha anunciado los planes para su filial Mini a largo plazo. Al igual que otras marcas como Ford o Bentley, desde la firma alemana han marcado el año 2030 como límite para la conversión total de todos sus modelos a la tecnología eléctrica y 2025 como fecha de comercialización del último de sus motores de combustión.
En cuanto a las previsiones de mercado, desde la dirección de Mini esperan que el 70% de sus ventas en 2027 ya sean vehículos eléctricos, por lo que el plazo final de conversión sería un movimiento natural.
Desde la marca comentan que “Mini está destinada a desempeñar un papel pionero en el futuro, ya que la marca urbana es absolutamente ideal para la movilidad eléctrica. Seguirá siendo una marca global con presencia en todas las regiones del mundo”.
En cuanto a los proyectos, la filial de BMW se encuentra trabajando en dos proyectos novedosos y revolucionarios que pronto verán la luz.
