Todos lo hemos escuchado e incluso hemos opinado como expertos sobre los márgenes antes de ser sancionados que ofrecen los velocímetros de los coches. “A 140 no salta el radar” o “el margen de un diez por ciento está contemplado en todos los coches” son algunos de los comentarios que forman parte del vocabulario del conductor habitual, que cuando es sancionado a esas velocidades o con esos abanicos de velocidad no puede hacer otra cosa que mostrar su extrañeza.
Porque si bien hace un par de décadas, el sistema de medición de la velocidad era más rudimentario, con un cable y un medidor de velocidad en las ruedas que con el tiempo iba perdiendo fiabilidad (muchos han tenido un coche en el que la aguja bailaba con una oscilación de diez o 15 kilómetros por hora) y los radares no tan modernos como los que ahora pueblan las carreteras españolas, todo eso ha cambiado.
La llegada de los velocímetros digitales, los controles de crucero de los nuevos vehículos y como no, los limitadores de velocidad, han hecho que esos márgenes se reduzcan de manera considerable (aproximadamente a 5 kilómetros por hora teniendo en cuenta distintas variables) y que no sea necesario tener que estar haciendo cálculos matemáticos para conocer la velocidad real del vehículo.
Tampoco se puede seguir dando pábulo a comentarios que están completamente fuera de la realidad de la conducción y la seguridad vial, de cara a que los nuevos conductores no apliquen esas reglas, que además de no funcionar, no facilitan una conducción eficiente y segura. Solo los conductores con una correcta formación y conciencia en la carretera lograrán que el número de siniestros disminuya y eso se hace con educación.
Esto no quiere decir que a la hora de superar un radar o de circular por una carretera no haya márgenes de medición para evitar algunos errores que antes se cometían. Los radares fijos tienen un margen de 5 kilómetros por hora si la velocidad es inferior a 100 kilómetros por hora y de un 5% si es superior.
En cuanto a los radares móviles, los márgenes se amplían ligeramente y crecen hasta los siete kilómetros por hora y el 7% bajo los mismos criterios citados anteriormente.
Y como no, el temido helicóptero Pegasus y los más recientes radares de tramo tienen otro sistema de medición distinto, que se amplía hasta el 10% de margen de error debido a las distintas variables que pueden alterar la medición y registro de la velocidad.
A pesar de todo, desde la Dirección General de Tráfico y las asociaciones recomiendan no superar los límites ni jugar con ellos para evitar una multa, ya que en un despiste se puede provocar un accidente o una colisión.
De todas formas, sin tener en cuenta los márgenes y distintas mediciones de la vía, lo importante a la hora de circular por cualquier carretera, ya sea autovía o autopista o cualquiera de las otras de la red nacional, es entender que los límites están marcados para prevenir accidentes y disminuir la mortalidad en la carretera, uno de los motivos de fallecimiento más elevados del país, a pesar de las campañas de concienciación y los trabajos en seguridad vial que se están realizando en colegios y centros de formación.
