El Mundial arranca en Baréin entre dudas

El Campeonato del Mundo de Fórmula 1 está de vuelta. Tras un año 2020 marcado por la pandemia de coronavirus y la cancelación de un gran número de grandes premios, lo que obligó a los organizadores a buscar alternativas no siempre ideales, el nuevo Mundial arranca desde hoy en Baréin. La cita de los Emiratos Árabes será la primera de las 23 carreras que tiene planteadas la FIA a lo largo de una temporada que se presenta tan llena de incertidumbres como de expectativas. El Campeonato del Mundo más largo de la historia volverá a pasar (al menos esta temporada) por España y Portugal y recupera a los Países Bajos para la causa, con el peculiar Zandvoort como sustitución de la desfasada "catedral" de Assen. Más de ocho meses de competición en un certamen que tras varios años con pocos movimientos en cuanto a asientos ha asistido a una de las pretemporadas más entretenidas y movidas que se recuerdan. El retorno de Fernando Alonso a la escudería con la que logró sus mayores éxitos (ahora renombrada como Alpine F1), el fichaje de Carlos Sainz por la escudería Ferrari o el cambio de cromos entre la antigua Racing Point (ahora Aston Martin) y RedBull Racing, con Sebastian Vettel y Sergio Pérez como protagonistas, han sido los nombres de una "silly" season marcada también por la polémica creada por Nikita Mazepin, primero por un polémico vídeo que le obligó a disculparse en público y posteriormente por la sanción a la Federación rusa, que le impedirá lucir la bandera de su país junto a su nombre, pero no en el monoplaza. También marcó un punto alto la llegada como escudería, después de más de medio siglo de ausencia, de Aston Martin. Gracias al dinero aportado por Lawrence Stroll, padre de Lance y propietario de la firma, aspiran a dar un paso adelante con el acuerdo al que llegaron en 2019 con Mercedes y el fichaje estrella de Sebastian Vettel, que aspira a recuperar el ritmo perdido en las últimas campañas con el "cavallino rampante". Sainz y Alonso Precisamente en la escudería de Maranello ha aterrizado Carlos Sainz, artífice del resurgimiento de McLaren y uno de los pilotos en los que más ojos se han puesto durante la pretemporada. El madrileño ha marcado el terreno con el intocable Charles Leclerc y la rivalidad entre ambos puede hacer crecer la tensión entre ellos. Los buenos tiempos marcados en los test oficiales han despertado la euforia en Italia, aunque en el país transalpino se pasa de la euforia a la depresión y la crisis en tan solo unas carreras. También está de vuelta Alonso, protagonista siempre, estuviese o no en la F1. Primero fueron los rumores de retorno eternos y finalmente su fichaje por el equipo de casa, el renombrado Alpine. Por si fuera poco, su atropello mientras entrenaba en Suiza hizo saltar las alarmas, pero el asturiano pudo debutar en los entrenamientos oficiales, tras los cuales dejó el primer titular, el nuevo Alpine debe mejorar en cuanto a velocidad si quiere estar en el pelotón de cabeza. El titulo, cosa de dos En la lucha por el título, todos los ojos mirarán un año más a Lewis Hamilton y a Max Verstappen. El siete veces campeón del mundo se encargó de mantener la llama de su posible retirada viva más de lo recomendable, aunque defenderá la corona al menos un curso más. El buen papel de George Russell en la última carrera del año no le hizo temer por su puesto, aunque su altos emonumentos sí. En el monoplaza del toro rojo, un Max Verstappen tan rápido como polémico. El neerlandés es la alternativa a Hamilton, aunque el propulsor Honda no parece a la altura del rendimiento del Mercedes de su rival. Y en un segundo grupo, Valtteri Bottas, condenado a ser el eterno segundo; Sergio Pérez, que tras su victoria en México ha ganado enteros y Dani Ricciardo, que tras brillar en Renault llega a McLaren para ser el faro de un equipo británico demasiado errático en las últimas temporadas, aunque con las pinceladas de talento de Norris (que repite) y Sainz. En el vagón de cola, Alpha Tauri con el prometedor Tsunoda como piloto a seguir y las dudas del rendimiento de Alfa Romeo y Williams, en barrena en los últimos cursos. Por delante un año complejo, pero con la emoción del retorno a tiempo completo del gran circo. La F1 está de vuelta.