Tribuna

El divorcio entre Neuville y Gilsoul: Ni tan sorpresa, ni tan raro como podría parecer

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La publicación de mensajes cruzados entre piloto y copiloto puso al alcance de todos una situación que se lleva viviendo años a nivel profesional

A apenas una semana de la disputa del Rally de Montecarlo saltó la noticia, Thierry Neuville anunciaba a través de las redes sociales su "divorcio" con Nicolás Gilsoul. Más de diez años de "feliz matrimonio" roto por el dinero. El posterior mensaje de Gilsoul mostrando su sorpresa aumentó todavía más el revuelo en una situación que no resulta distinta a las decenas que han sucedido anteriormente en este tipo de relaciones de desgaste como los rallys. ¿La diferencia? El contexto y magnitud que aportan las redes sociales.

El dinero, o en este caso el desacuerdo por el reparto del mismo parece haber sido el detonante para la ruptura de un equipo en el que las cosas ya no iban demasiado bien. Generalmente los problemas se barren en casa, pero cuando uno airea al final todo crece y se descontrola, lo que motivó la salida a la palestra de Neuville, interesado en frenar los ataques constantes desde ese momento.

¿La diferencia entre la separación de Neuville y Gilsoul y otras? El contexto y magnitud que aportan las redes sociales.

Y es que al final, como en cualquier situación de la vida, las desavenencias económicas han sido el culmen de un deterioro en la relación que les ha llevado a la ruptura, algo así como un matrimonio que se acomoda y se tolera, pero que ya no tiene ganas de seguir y busca un motivo para romper. 

Sin embargo, esto que a todos parece haber sorprendido ha pasado en la historia de los rallys continuamente. Desavenencias económicas, falta de entendimiento, fin de ciclo o sencillamente cansancio han sido el detonante de cambios de asiento en Mundial, Europeo y Nacional, también con pilotos españoles (ni uno ni dos). ¿Qué ha cambiado? El nivel y canal por el que se emite el mensaje, el tiempo por su proximidad con Montecarlo y las formas, como casi siempre (las dichosas formas).

En este caso, el error de ambos ha estado en no encontrar una salida aceptable y caballerosa para ambos, como sí han hecho otros que mantienen el mismo nivel de relación que desde Bélgica apuntan y que ha provocado que desde el viernes se intente buscar un culpable, dependiendo del nivel de afinidad con uno u otro. Porque tal y como comunica Le Soir en su edición escritaNeuville y Gilsoul estaban bastante lejos de ser amigos desde hacía mucho tiempo. La relación había ido perdiendo fuerza fuera del coche hasta ese punto, el de mantener una relación estrictamente profesional con bastantes tiranteces, reducida al intercambio de información por canales oficiales. Quizá el caldo de cultivo perfecto para no conseguir los objetivos marcados en un deporte en el que se pasan cientos de horas en soledad uno con el otro.

Apuntan desde Bélgica que Neuville y Gilsoul estaban bastante lejos de ser amigos desde hacía mucho tiempo

En esos dimes y diretes, lo que sí está claro es que lo que quizá falle de verdad es el sistema de remuneración de los copilotos, en la mayoría de casos (por no decir todos) pagados por el piloto (que tiene contrato con la marca), ya que corren los mismos riesgos y están sometidos a la misma presión (quizá más) que su compañero dentro del coche. Timo Salonen dijo en alguna ocasión que siempre intentaba que sus copilotos estuviesen centrados solamente en cantar las notas. Si en su día a día estaban equilibrados, era más fácil que todo saliese bien, por eso generalmente les pagaba más de lo que solían pedir y se preocupaba de sus relaciones personales. Un excelente movimiento aplicable a la actualidad, en el que el nivel de profesionalismo ha crecido y la presión es mayor.

Falla el sistema de remuneración de los copilotos, dependientes de los pilotos en la mayoría de los casos

En resumen, lo único claro a la espera de conocer el rendimiento que puede ofrecer el tercero en discordia, Martijn Wydaeghe (buen papelón tiene por delante en este Montecarlo), Thierry Neuville y Nicolas Gilsoul no podrán cumplir el sueño de ser campeones del WRC, al menos juntos.

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