Paolo Diana desvela los secretos de su espectacular Fiat 131

"Tiene 300 caballos + IVA" comenta el piloto italiano, que ya ha visitado en varias ocasiones España con su peculiar 'aparato'

Habla de Paolo Diana es hacerlo de uno de los referentes del automovilismo 'espectáculo'. Sus participaciones en pruebas a lo largo de toda Europa, especialmente en el Rallylegend de San Marino, le han convertido en un ídolo de masas entre los aficionados al motor, que admiran (y algunos envidian) su capacidad para conducir su peculiar Fiat 131 Abarth.

En torno a la máquina italiana se han escrito y escuchado comentarios de todo tipo, pero finalmente el italiano ha decidido desvelar a través de un vídeo los pormenores mecánicos. La carrocería, la calandra frontal y la dirección (modificada) son los únicos aspectos originales que conserva este Fiat, que tal y como describe su protagonista, ha ido evolucionando con el paso del tiempo y las temporadas.

El arco y trabajo en el chasis ha sido realizado para adaptar los nuevos componentes mecánicos que incluye, tales como la caja secuencial, que es una Gabura de seis velocidades (origen húngaro). Tiene control de salida, freno de mano hidráulico y el diferencial trasero es marca Drexler con toda la cubierta 'adoptada' de un BMW M5 E34.

En cuanto a la suspensión, viaje al mercado japonés. Es marca Reiger, y proviene de un Subaru Impreza N11 - N12, tanto en el apartado delantero como trasero. Los bujes son de un BMW M3 E30, con los trapecios delanteros realizados a medida por DDG Racing y todo el eje trasero procedente de un BMW M3 E30.

Los frenos llegan desde un Peugeot 207 S.2000, tanto en los discos como en las pinzas. Para trasladar la potencia al suelo, neumáticos en llanta 15 de tierra atrás y delanteros en 18 pulgadas de un Peugeot 207 S.2000 en el eje delantero.


El motor, el verdadero corazón


El alma del Fiat 131 de Paolo Diana tiene origen italiano. El motor es originario de un Alfa 156 D2 Superturismo. "300 caballos +IVA" como comenta el propio Diana, a un régimen máximo de 8.800 vueltas, que nunca alcanza para conservar una mecánica que debe ser revistada y reconstruida cada 800 kilómetros. Los inyectores son F1 con cableado aeronáutico y trompetas de admisión de 52 milímetros. La gasolina es de 100 octanos de surtidor (a la venta en algunos países) y la electrónica es una Magnetti Marelli SR-4.

Un vehículo especial, distinto y que tras el paso de varias temporadas se ha convertido en un referente de espectáculo, eso sí, lejos de los componentes originales que equipaba el vehículo Grupo 4, a inicios de los años 80. Un concepto diferente, pero no por ello peor.

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