Tesla ha vuelto a acaparar todos los titulares de la prensa tras el accidente mortal que sufrieron dos usuarios de uno de sus modelos.
Las primeras informaciones de la policía apuntaron a que ninguno de los dos ocupantes del Tesla iba en el asiento del piloto, lo que ha puesto de manifiesto la supuesta inseguridad del sistema de conducción autónoma del modelo norteamericano.
Ante los ataques constantes contra el producto, el multimillonario Elon Musk ha dado una serie de detalles para defenderse de las acusaciones, que ya han repercutido en la cotización en bolsa de su empresa y han causado cierto recelo hacia una tecnología llamada a ser de referencia en un tiempo no muy lejano.
En sus "tuits" Musk afirma que esa unidad no tenía contratado el perfil de conducción autónoma, que el vehículo estaba conduciendo por una vía sin líneas pintadas sobre la carretera (imprescindible para la conducción autónoma) y además, que le sistema no funciona si el asiento del conductor no está ocupado, ya que este tiene unos sensores de presión.
De todas formas, en Estados Unidos se están investigando más de 20 accidentes con este tipo y se cuestiona la legalidad de utilizar el concepto "piloto automático", cuando realmente es un sistema de ayuda a la conducción y puede llevar a engaño.
