Tribuna

Ferrol y Pazo Tizón, una duplicidad de rallys que solo perjudica al aficionado

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Dos rallys el mismo fin de semana y apenas 150 kilómetros de distancia, un error que no ayuda a que el seguidor vaya a la cuneta

El fin de semana del 19 y 20 de agosto, la duplicidad de calendarios en Galicia hará que Pazo Tizón y Rally de Ferrol coincidan en tiempo y casi casi en espacio. Con una diferencia de 150 kilómetros, dos pruebas que deberían ser referente se pisarán y con ello pasará lo de siempre, el aficionado será el gran perjudicado.

Digo como siempre porque al final, el hecho de no mirar por él que realmente hace que existan patrocinadores y el tan cacareado retorno (al margen de las cifras de share que se publican de los streamings) hará que definitivamente muchos pasen de complicaciones y terminen o viendo un tramo o marchándose a la playa, en vista de lo complicado que se está poniendo esto del automovilismo.

Pruebas excesivamente largas en tiempo, que no en kilómetros (no entro en si es necesario para rentabilizar la inversión, pero para el aficionado es un suplicio ver un tramo el viernes y dos el sábado), listas de inscritos devoradas entre sí (los equipos no pueden hacer eso del milagro de los panes y los peces) y una ausencia evidente de autocrítica provocan que el aficionado medio se piense y mucho un desplazamiento lejano, más cuando apenas va a amortizar el gasto que supone el viaje.

Es evidente que hace mucho tiempo que el mundo del automovilismo se ha desconectado del aficionado de toda la vida, el de bocadillo y cuneta. Resulta difícil comprender si realmente son las marcas, las federaciones o el propio aficionado, que se ha ido acostumbrando al cambio que parece llevar a los rallys hacia lugares acotados y cerrados, más fáciles de controlar y económicamente más rentables.

También lo es que cada día es más complicado sacar adelante una prueba. Echar una mano es una locura, conseguir permisos en algunos lugares todavía más y aún encima, la situación económica no ayuda, pero siempre hubo crisis anteriores de las que se supo aprender. Por eso, resulta todavía más incomprensible que no se haga un esfuerzo por parte de uno de los entes federativos (realmente me da igual cuál) por ayudar al organizador.

Pero claro, el mayor problema es "pisarse la manguera", ya sea de arriba a abajo o de abajo arriba. Durante semanas hubo fines de semana libre y ahora ambas pruebas coinciden en tiempo y forma. Lo único real es que el próximo sábado habrá que elegir a dónde acudir y lamentablemente muchos ni lo harán, se quedarán en casa o en la playa, que el calor aprieta y a veces una retirada a tiempo es una victoria.

La suerte, el automovilismo en Galicia es más que un deporte, aunque muchos ya empiezan a pensárselo un poco y así se refleja en las cunetas.

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