Un Rally más compacto

El Rally de Ourense vuelve en menos de una semana a las carreteras de la provincia y lo hace con muchos cambios, tanto en medidas de prevención y seguridad como en el recorrido, que se ha visto acortado en aproximadamente 70 kilómetros con respecto a la pasada edición. Controlar costes y colaborar a que los maltrechos presupuestos de los 89 equipos presentes no se resientan todavía más son los objetivos de Escudería Ourense, que ha reformulado y concentrado la competición en un solo día, convirtiendo el sábado 25 de julio en una doble fiesta, tanto por ser el día de Galicia, como por volver a disfrutar del Campeonato de España de Rallys de Asfalto. Por eso, con el shakedown como gran atractivo del viernes por la mañana, todos los esfuerzos se trasladaran al sábado, con la disputa de los cuatro tramos a doble pasada, dos de ellos realmente próximos a la ciudad. A Peroxa y Toén serán las dos especiales iniciales, reservadas para las horas matutinas y previas a la llegada del más que previsible calor que según el parte meteorológico superará los 35 grados. En cuanto al recorrido, A Peroxa volverá a ser determinante. Aunque haya perdido casi diez kilómetros en su zona intermedia con una brillante solucion encontrada gracias a la infinidad de carreteras que componen la zona, el trazado apertura de la 53 edición del Rally será igualmente selectivo, con zonas muy técnicas. Esas zonas que se cobraron varias bajas en pasados años y que por suerte no tendrán el factor lluvia como añadido. Toén es el único que repite trazado con respecto a la última vez que se disputó, en 2018. Una especial rápida en casi su totalidad, con un piso abrasivo y que ha sido reformado en algunas partes. La zona inicial en la localidad de Toén se ha transformado en punto de peregrinaje casi obligatorio. Para la tarde, una novedad y un recién llegado. Amoeiro se estrena en el rutómetro, pero los más veteranos recordarán partes muy concretas de su trazado, aunque haya sido reasfaltado y ensanchado. Los primeros kilómetros discurren cerca la villa, con no menos de cinco posibilidades para seguir la especial. La zona final tiene una bonita parte rápida. Al igual que A Peroxa, O Carballiño recibe tijera en el recorrido. La zona de Laviote no se disputará este año, pero los participantes si pasarán por la larga recta y el trazado de la subida a La Saleta en formato inverso, un punto especial y con abundante espacio para situarse. Todo ello con las correspondientes medidas de seguridad que las autoridades y organización exigen a los aficionados para que la más atípica, pero a la vez más deseada edición del Rally de Ourense pueda salir a la carretera con todas las garantías y el próximo año todos los seguidores de la prueba puedan volver a la ansiada normalidad.