Más de 150 bellezas sobre cuatro ruedas y un paisaje idílico, el formato ideal para disfrutar de los clásicos en una prueba que a pesar de las trabas debe armarse de fuerza y continuar creciendo
No resulta sencillo explicar con palabras el fantástico espectáculo que organizaron 'cuatro locos' el pasado fin de semana en Cantabria.
La cuarta edición del Rallyfestival de Trasmiera, la primera en la que estuve presente, fue un auténtico regalo para los sentidos de los miles de aficionados que visitaron Hoznayo y sus alrededores durante tres días.
En una época en la que el retorno económico parece la frase de moda, queda fuera de toda duda con la infinidad de vídeos y fotos subidas en todo tipo de redes sociales y páginas web, que la comarca recogió el fruto del esfuerzo de todos.
Al margen de la repercusión en forma de publicidad, Hoteles, bares, supermercados o gasolineras pueden dar cuenta económica del enorme volumen de gente que se congregó en un lugar idílico. La Subida a Alisas o a La Peña Cabarga son el lugar perfecto para recibir a las más de 150 bellezas sobre cuatro ruedas que participaron en esta edición.
Le pese a quien le pese, y me consta que hubo serias trabas para evitar que esta prueba llegase a buen puerto incluso a pocos días de celebrarse, el Rallyfestival de Trasmiera seguirá creciendo y el público ha sido testigo de ello. Su buena colocación y el excelente ambiente en general a pie de 
cuneta (hay excepciones como en todo) hacen que ni siquiera muestre una duda sobre repetir presencia.
No es fácil llegar a donde lo ha hecho la organización del Rallyfestival de Trasmiera pero también es cierto que no puede quedar ahí. La semilla ya se ha convertido en una pequeña planta y el ejemplo del Eifel Rally, el Boucles de Spa o el Rally Legend tienen que estar muy presentes. Quizá no sea una meta pero si debe ser un anhelo llegar a competir con esas pruebas, líderes en este formato de pruebas.
Los Peugeot 205 T16, los R5 Turbo, el Subaru Legacy con su particular sonido, los Lancia Delta, los kitcar capitaneados por Cabrera y el aclamado Senra o el impresionante y apabullante Vauxhall Firenze de Sranfford mezclados con el variado paisaje cántabro son motivos más que suficientes para comenzar a pensar en reservar vacaciones para el próximo año.
Gracias a todos por un gran fin de semana en familia. Repetiremos.
