La electrificación no es ajena ya a cualquiera de los sectores del motor. Concentrados en el desarrollo de sistemas de propulsión para vehículos de cuatro ruedas, los motores eléctricos comienzan a entrar dentro del motociclismo, gracias al trabajo de empresas como la sueca Stark, que cuenta con sus instalaciones en Barcelona.
La nueva Stark Varg, que tiene un precio de 11.900 euros y puede adquirirse a través de la página web oficial de la firma (www.starkfuture.com) o en distribuidores autorizados de la firma en el país, tiene un motor de 80 caballos, con un peso de menos de 32 kilos. En comparación con un motor de 450 centímetros cúbicos equivale a un 30% más de potencia y mucho más par, para un conjunto que pesa 110 kilos. Además la potencia es regulable, lo que permite ir mejorando prestaciones en función del nivel del piloto.
El chasis está realizado con fibra de carbono, magnesio y aluminio, lo que lo convierten en un referente de diseño y trabajo con distintos materiales.
Para transportar todo al suelo, un sistema de suspensión de la firma Kayaba y una excelente ergonomía, además de estar 100% conectada al teléfono móvil a través de una aplicación, en la que pueden verse todos los datos.
El sistema de carga de baterías permite rodar seis horas en ruta o realizar una manga de competición al 100% sin necesidad de parar. El tiempo de recarga de la batería completa es de 2 horas.
En cuanto al diseño, la nueva Stark apenas difiere de las referencias de combustión del sector, por lo que no es especialmente llamativa hasta que se observa su rendimiento, superior al de sus rivales de gasolina.
