Tribuna

Superdescalabro de R5 en el Gallego

O CARBALLIÑO-BOBORÁS (ESTRADA DE ASTURESES). 20/08/2021. OURENSE. Rally do Lacón, subida á Saleta. FOTO: ÓSCAR PINAL.
La primera lista de inscritos del certamen destapó lo que todos sabían ya, el fin del sueño de la FGA

Era algo que se venía hablando durante las últimas semanas, pero con la publicación de la lista de inscritos del Rally de A Coruña se ha confirmado el trasvase de equipos del Campeonato Gallego de Rallys hacia la Copa de España de Rallys de Asfalto, en un movimiento hábil por parte de muchas partes implicadas en el certamen nacional.

No es algo que pille por sorpresa ni a pilotos, ni organizadores, ni tan siquiera a la FGA porque la situación en el certamen autonómico se ha destapado como insostenible en muchos aspectos, no solo a la hora de competir en las distintas citas, lo que revela que el "sueño se ha terminado". Solo los buenos premios económicos y el correr cerca de casa mantuvieron el buen nivel de los equipos con vehículos R5 en un certamen que ahora pierde impulso frente al CERA.

También se espera que lo pierda entre los equipos participantes en otras copas (mal considerados "humildes"), ya que uno de los patrocinadores del certamen nacional ha anunciado un formato adicional para estos vehículos y para pilotos estrictamente gallegos. Un misil lanzado directamente contra los cimientos de un autonómico que ahora mismo pierde enteros, para desgracia de aficionados y organizadores del regional.

Cierto es que las listas siguen siendo buenas, es innegable. Las copas siguen teniendo volumen de equipos, en todas las citas habrá 3 o 4 R5/Rally2 y los N5 siguen siendo legión, pero el brillo se está perdiendo, quizá por todo lo hecho (mal) durante años antes. 

Asumir que los equipos gallegos prefieren el CERA es complicado, supongo que parecido a entender que una pareja te deje por otra persona, pero debe servir para hacer reflexionar a los que están y a los que quieren estar al frente del barco para no cometer los mismos errores. Quizá por eso los nervios en la entrega de premios de la FGA salieron a relucir de manera tan evidente, o sencillamente era un mal día, quién sabe ya.

Lo que está claro es que tener tantas pruebas de la Copa en Galicia responde a un descontento generalizado de organizadores y la consiguiente "espantada" de los puntales del certamen hacia ella un ejemplo de que las cosas no están bien en el autonómico. También se verá en la montaña porque la Copa Norte va a suponer impacto en inscritos a la maltrecha disciplina gallega, que en los últimos años no está avanzando en la dirección correcta. 

¿Cuál es la solución? Escuchar, o al menos entender las necesidades y deseos de los equipos participantes, los que verdaderamente pagan la fiesta de esto de las carreras. También a los organizadores que tras la pandemia han cambiado de actitud (por fin) y se han atrevido a rebelarse contra una situación injusta en muchos de los casos.

Mientras tanto, la lista de 125 inscritos de A Coruña seguirá maquillando con volumen el bajón que ha pegado el certamen. "Lo de Ucrania", es la excusa que se puede llegar a utilizar cuando mediado el certamen las inscripciones bajen a 70 equipos. Ahí cada uno que lo valore como quiera, pero sinceramente, con mirar quién sigue el campeonato al completo se da cuenta uno de que ni son 125, ni siquiera 100. Quizá ni 80.

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