Es la historia de muchos modelos. La Suzuki GSX-S, nacida para ser una alternativa más domesticada de la siempre llamativa y potente GSX-R 1000, se ha ido asentando en el mercado europeo, ya que salvo algunas diferencias mecánicas, en el aspecto estético siempre fue muy parecida.
Ahora, con la satisfacción de saber que es una motocicleta atractiva para el mercado, la firma japonesa ha decidido renovar y mejorar el modelo.
La diferencia más visible es el nuevo frontal, ahora más afilado y con tecnología LED para la iluminación.
En el apartado mecánico, la GSX-S 1000 mejora ligeramente la potencia de su propulsor, que alcanzará los 150 caballos y se ha adaptado a la nueva normativa europea de emisiones.
Además, el depósito de combustible se amplía a 19 litros y se incorpora el sistema SIRS, un nuevo gestor de la electrónica, que incluye diferentes ayudas a la conducción, distintos mapas motor y un cockpit digital de última generación.
