El francés Sébastien Loeb concluyó como líder la primera jornada del rally de Cataluña, disputada íntegramente sobre tierra y que dejó al vigente campeón, su compatriota Sébastien Ogier, sin apenas opciones de revalidar el título.
Loeb, en la última cita de de su miniprograma, mostró que sigue teniendo ritmo de cabeza, con especial predilección por unos tramos largos que históricamente siempre se le han dado bien. El galo se va a dormir, antes de afrontar los tramos de asfalto, con 1,7 segundos de ventaja sobre su compañero de equipo, Thierry Neuville.
Un Neuville con pocas opciones de hacerse con el campeonato, pero con un ritmo que le permite luchar por la victoria, a pesar de sufrir problemas de visibilidad en la primer especial. Su regularidad en las cuatro especiales le permiten aventajar al tercer clasificado, Dani Sordo, en apenas 5,9 segundos (7,9 de desventaja del cántabro con Loeb), beneficiado en gran medida por el tiempo que perdió el cántabro en las dos pasadas por La Fatarella.
Y es que Sordo, en la penúltima prueba de su calendario al añadir Hyundai Australia para que luche por el título de marcas, demostró su excelente estado de forma, peleando por el liderato en todo momento
Cuarto, Kris Meeke, de menos a más durante el viernes, a más de 13 segundos de la cabeza, mostrándose como la alternativa, junto a Ott Tanak que es quinto (a 20), al dominio de Hyundai.
Tanak, con la tranquilidad que da el problema de Ogier, se dedicó a rodar sin cometer errores, consciente de que con solo dos puntos más que su rival, será campeón del Mundo en suelo catalán.
Ogier, K.O.
La nota negativa fue el percance de Sébastien Ogier en el segundo tramo de la jornada. El de Citroën rompió la dirección asistida del C3, dejándose más de tres minutos con la cabeza, para desesperqción suya, de su equipo y de su mujer, que se despachó a gusto con el equipo a través de las redes sociales.
Su compañero de equipo, Essapekka Lappi y el piloto de Ford, Elfyn Evans sufrieron distintos percances mecánicos que les alejaron de la lucha por la cabeza.
La segunda jornada del Rally de Cataluña cambia de superficie. El asfalto se convierte en el rey de una prueba en la que Tanak puede ser campeón.
