Viaja con tu mascota, pero con seguridad

El aumento de animales de compañía en las unidades familiares ha hecho que se incrementen los desplazamientos con ellos, por eso es importante respetar las normas y evitar posibles imprevistos

Las mascotas se han convertido en un miembro más de las familias españolas, de eso no cabe duda. El censo nacional habla de casi un 50% de hogares con algún animal conviviendo con personas, lo que ha aumentado el número de desplazamientos por carretera con estos compañeros de vida.

Evidentemente, no está autorizado transportar a los animales dentro del vehículo sin sistemas de seguridad, tal y como hay que hacer con un ser humano. ¿Por qué? La respuesta es sencilla. Un animal suelto en el interior del vehículo puede interferir en la conducción, aumenta la distracción del conductor e incluso puede ser el causante de daños a él mismo y a los ocupantes en caso de un accidente.

Por ello, al igual que se haría con un niño o un bebé, hay distintos sistemas de retención homologados que permiten el transporte de las mascotas sin peligro para ellas ni para los miembros humanos de la familia. 

El arnés

Muchos conductores sujetan a su mascota con un cinturón de seguridad adaptado al collar. Sin embargo, esto no es suficiente y puede ser peligroso. Lo ideal a la hora de viajar con una mascota, especialmente un perro es la utilización de ese elemento junto a un arnés de seguridad. Se fiján a través del anclaje del cinturón (revisa el tipo de anclaje antes de comprarlo, puesto que hay distintas variantes y en muchos casos no son compatibles) o con el isofix. Lo que sí es imprescindible es que sea un arnés de doble enganche, de esta forma no se romperá en caso de impacto.

Trasportín

A muchos usuarios no les convence esta opción, pero es el método más seguro, especialmente para gatos. En el caso de animales pequeños (y el consiguiente trasportín de pequeñas dimensiones) este debe situarse en el suelo detrás de los asientos posteriores, jamás sobre el asiento. A pesar de la falsa creencia de que con el cinturón de seguridad se puede fijar, varios estudios han demostrado que el trasportín se rompe y el animal sale despedido. Si la mascota es grande, deberá situarse en el maletero lo más pegado posible al asiento y en posición transversal para evitar movimientos innecesarios.

Rejillas

No sirve con una red cualquiera y el hecho de utilizar una no homologada puede acarrear una sanción. Las más seguras son las que se rigen por la normativa DIN 75410-2 y hay que tener en cuenta el modelo del vehículo, el tipo de portón trasero y la disposición de los respaldos de los asientos traseros.
Aunque se instale la rejilla, no es nada recomendable que la mascota viaje suelta, por lo que habría que buscar algún tipo de elemento de seguridad (como el arnés) para evitar que se mueva libremente por el maletero.

Otros consejos

Aunque las mascotas no sean muy propensas a quejarse durante los viajes, deben ser tratadas como un ocupante más en el trayecto.

Los descansos, la hidratación y la preparación previa al desplazamiento resultan clave a la hora de convertir el paseo en una experiencia agradable y no en una tortura para todos.

La resistencia al arnés puede ser el primer impedimento. Es necesario acostumbrarlo poco a poco, sin generarle una ansiedad innecesaria. Los premios y las caricias ayudarán a que esté tranquilo.

Si se marea, habla con el veterinario. Él te dirá como gestionar los días previos e incluso podría administrarle algún tipo de remedio natural para bajar su ansiedad y evitar que se ponga malo.

Por último. Si el conductor y acompañantes tienen que estirar las piernas, el animal también. Es importante parar de forma periódica para que la mascota camine y haga sus necesidades (cada dos y tres horas aproximadamente), además de tener en cuenta el calor o el frío dentro del coche, ya que les afecta de forma superior.

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