El vídeo que grabó la cuidadora con las quejas de la anciana ofrece, según el juez, un relato impreciso
El juez del Penal 2 considera que no resultaron probados, "con el rigor que exige el dictado de una sentencia penal condenatoria", los episodios de maltrato físico y psíquico a su madre nonagenaria con problemas de movilidad que le imputaba la fiscal a José F.D., vecino de Medeiros -Monterrei- en base a una denuncia presentada por la persona que prestaba cuidados a la anciana, fallecida a los 92 años sin que llegase a prestar declaración judicial como perjudicada. De esta forma, la sentencia sostiene que no quedó acreditado que durante la convivencia el hijo llamase "momia" o "hija de puta", entre otros insultos, a su progenitora.
Aunque la mujer llegó a confesarle a la Guardia Civil los insultos, sin referir maltrato físico, este hecho "no puede ser valorado en contra del reo". Y ello porque la jurisprudencia sostiene que "carece de toda eficacia probatoria la declaración prestada en dependencias policiales por el testigo fallecido".
Pese a que la denunciante aportó un vídeo con el testimonio de la mujer, el juez dice que el relato de quejas contra su hijo que realiza la anciana "es vago e impreciso". Pero el juez también tiene presente que la cuidadora y el inculpado "mantenían una muy mala relación, ente otros motivos, por discrepancias acerca de las tareas a desarrollar en su condición de empleada de hogar". Una prima del inculpado le incriminó pero mantenía una mala relación
El juez tampoco pierde de vista que en el juicio declararon otras personas del entorno que visitaban a la supuesta víctima con frecuencia. Estas "negaron haber presenciado o tener conocimiento de la existencia de una situación de maltrato". Entre ellas,había una trabajadora del Concello que atendió a la mujer durante siete años al ser dependiente.
