Manuel Calvo Vaz, el vecino de Riós al que la Primitiva hizo millonario en 2003 y que desapareció de su domicilio el día 13, fue hallado muerto por un vecino del municipio en un paraje de difícil acceso conocido como A Ribeira-Romariz, situado a dos kilómetros de su casa. El cuerpo se encontraba en el interior de un todoterreno con un impacto de bala en la cabeza y una pistola junto a él. Fuentes de la investigación creen que se trata de un suicidio ya que podría estar agobiado por problemas económicos.
El vecino de Riós al que le había tocado una Primitiva de nueve millones de euros en 2003, Manuel Calvo Vaz, y cuya familia denunció su desaparición el pasado 13 de enero, fue hallado muerto ayer en un paraje de difícil acceso conocido como A Ribeira-Romariz, que ayer resultaba casi intransitable debido a la nieve y el barro, situado a dos kilómetros de su casa.
Manuel Calvo Vaz, de 50 años, se encontraba en el interior de su vehículo, un todoterreno, con un impacto de bala en la cabeza y una pistola junto a él. La Guardia Civil sostiene que se trata de un suicidio, después de un examen minucioso de las pruebas recogidas en el escenario de la muerte, y debido a que no presentaba señales de violencia. El cuerpo no estaba en avanzado estado de descomposición, posiblemente por el frío del lugar, pero será la autopsia la que determine si llevaba los 14 días muertos, comentaron fuentes de la investigación.
El vehículo fue encontrado por casualidad un vecino de Riós, Jorge Veiga, de 35 años cuando paseaba a caballo por la zona. Vi el coche y el asiento del conductor abatido. No me acerqué demasiado y di parte de inmediato a la Guardia Civil. Fue desagradable, expresó, detallando que lo conocía mucho pues, hace años, había sido conserje del grupo escolar donde yo estudiaba. Y, además, tomábamos café a menudo.
Los vecinos estaban conmocionados. Algunos de ellos aguardaron durante casi cinco horas al levantamiento del cadáver, pese al frío y la lluvia , mientras que otros se acercaron hasta la casa del difunto para arropar a la familia. El alcalde, Francisco Armando Veiga, visiblemente afectado, manifestó que era amigo meu e casi da familia y anunció que el Concello decretará dos días de luto oficial pues foi traballador municipal que, agora, estaba en excedencia. Era unha persona moi querida.
Manuel Calvo Vaz tenía una empresa de transportes en la que había empleado a vecinos del municipio. Pero también llevaba un tren de vida muy alto. Según fuentes cercanas al caso, jugaba cantidades elevadas a la lotería cada semana, en curiosas apuestas (la última un ferrari, según los vecinos) y excentricidades que, supuestamente, podrían haberle ocasionado problemas económicos. As causas ninguén as sabe, pero é unha pena, valoraron personas allegadas a la víctima.
Manuel Calvo Vaz, de 50 años, se encontraba en el interior de su vehículo, un todoterreno, con un impacto de bala en la cabeza y una pistola junto a él. La Guardia Civil sostiene que se trata de un suicidio, después de un examen minucioso de las pruebas recogidas en el escenario de la muerte, y debido a que no presentaba señales de violencia. El cuerpo no estaba en avanzado estado de descomposición, posiblemente por el frío del lugar, pero será la autopsia la que determine si llevaba los 14 días muertos, comentaron fuentes de la investigación.
El vehículo fue encontrado por casualidad un vecino de Riós, Jorge Veiga, de 35 años cuando paseaba a caballo por la zona. Vi el coche y el asiento del conductor abatido. No me acerqué demasiado y di parte de inmediato a la Guardia Civil. Fue desagradable, expresó, detallando que lo conocía mucho pues, hace años, había sido conserje del grupo escolar donde yo estudiaba. Y, además, tomábamos café a menudo.
Los vecinos estaban conmocionados. Algunos de ellos aguardaron durante casi cinco horas al levantamiento del cadáver, pese al frío y la lluvia , mientras que otros se acercaron hasta la casa del difunto para arropar a la familia. El alcalde, Francisco Armando Veiga, visiblemente afectado, manifestó que era amigo meu e casi da familia y anunció que el Concello decretará dos días de luto oficial pues foi traballador municipal que, agora, estaba en excedencia. Era unha persona moi querida.
Manuel Calvo Vaz tenía una empresa de transportes en la que había empleado a vecinos del municipio. Pero también llevaba un tren de vida muy alto. Según fuentes cercanas al caso, jugaba cantidades elevadas a la lotería cada semana, en curiosas apuestas (la última un ferrari, según los vecinos) y excentricidades que, supuestamente, podrían haberle ocasionado problemas económicos. As causas ninguén as sabe, pero é unha pena, valoraron personas allegadas a la víctima.
