MANIFESTACIóN

La BRIF reclama mejoras laborales a golpe de batelume

Las negociaciones entre los brigadistas y Tragsa están en punto muerto tras 24 días de huelga

Más de tres decenas de miembros de la Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) de Laza, mujeres de los brigadistas y compañeros de lucha en el monte y en la calle, unas cuarenta personas en total, pertrechados con los equipos de trabajo (casco incluido) atronaron el centro de Ourense ayer por la mañana a golpe de batelume. Contra el asfalto, contra las tapas de las alcantarillas, sobre la pintura blanca de las flechas y pasos de cebra, los batelumes restallaron como petardos de una traca frente al Concello, frente a la Diputación, la sede del PP más tarde y, finalmente, frente a las oficinas de Tragsa en la ciudad, en unos bajos en el barrio de A Ponte.

Los brigadistas -la élite de los bomberos forestales, 46 incendios en los primeros 40 días de campaña, incluidos fuegos en Asturias y Extremadura, largas jornadas en helicóptero, en el monte y de vuelta helicóptero (los días fáciles), 900 y pico euros de salario- se ganaron la simpatía de los vecinos de Ourense. "O meu pai deixaba a leña fóra e nunca ardeu nada. Antes había respecto, agora... Por iso admiro a estes homes, hai que darlle o que piden porque o merecen", explicaba una mujer al paso de la marcha de la BRIF de Laza. Muchos ciudadanos pidieron panfletos para enterarse de por qué tanto ruido, algunos incluso aplaudieron a los brigadistas, que insistían en acusar a Tragsa de "robo" y al Ministerio de Agricultura de "permitirlo".

Sólo una representante política, la concelleira de Ourense en Común, Ledicia Piñeiro, se acercó hasta los bomberos a preguntar qué se podía hacer. Por su parte, la diputada socialista en el Congreso Laura Seara,calificó de "calamidad" el hecho de que la brigada no cuente con un helicóptero, que, según recordó, debería haber llegado hace 15 días.

Por ahora, las BRIF (diez en toda España) están recabando apoyo de los ayuntamientos a sus demandas. Después de 24 días de huelga indefinida, que no ha interrumpido el trabajo en el monte (por las tardes, el período de mayor incidencia, sólo tres de los 17 brigadistas del turno pueden hacer huelga; y si están en incendios, les cambian los servicios mínimos), las negociaciones con Tragsa están en punto muerto.

"Non hai avances na proposta económica. Agora tócalles a eles facela, e volveremonos ver o venres ou o luns. No tema da categoría profesional xa se quedaron sen argumentos para negarnos a condición de bombeiros. Simplemente, non queren", indicó ayer un brigadista de Laza que participa en las conversaciones. "Parece que se achegan as posturas no asunto da segunda actividade. Tanto a empresa como a parte social consideramos que terá que haber acordo en cada un dos tres puntos antes de asinar un acordo". Los responsables de Tragsa en Ourense declinaron pronunciarse sobre la protesta a las puertas de la oficina. 

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