Los comuneros de Servoi (Castrelo do Val) acaban de solicitar ayudas a Medio Rural para repoblar las casi 400 hectáreas de monte afectadas por el incendio del 27 de marzo del 2012 en el que falleció carbonizado el brigadista, Higinio Vivas López, de 59 años.
Tras el fuego, los comuneros encargaron a la empresa medioambiental Braña la elaboración de un plan de ordenación del monte, 'pero este proyecto non o podemos acometer nós sos, necesitamos a axuda da Xunta', explicó el secretario de la Asociación de Montes en Mano Común, Francisco Pérez.
Antes de que se produjera el incendio, los comuneros ya habían firmado un convenio con Medio Rural para el aprovechamiento del monte, iniciativa que les sirvió ahora para vender a un maderero la mayor parte de la madera carbonizada, mayoritariamente troncos de pinos.
Francisco Pérez declinó ofrecer detalles sobre los beneficios obtenidos por los árboles ardidos, pero asegura que no son suficientes para llevar a cabo la repoblación. 'Ademáis, no convenio que tiñamos firmado, a Xunta é titular do 30% da superficie', puntualizó.
El nuevo plan de ordenación de las 400 hectáreas carbonizadas contempla una nueva plantación de pinos, que se intercalarían entre robles y mimosas. Además, los comuneros destinan 40 hectáreas para repoblarlas en exclusividad con castaños al considerar que son más productivos, 'porque podemos aproveitar madeira e fruto', comenta Francisco Pérez.
Los comuneros urgen las ayudas al tener el dinero obtenido por la madera carbonizada en una entidad bancaria. 'Se non o invertimos, Facenda nos leva un 25% en impostos', explica Francisco Pérez.
En la comarca de Monterrei ardieron en los últimos dos años 2.000 hectáreas de monte, la mayor parte de ellas en Castrelo do Val y Laza. Durante este tiempo no se llevó a cabo ninguna repoblación. En Medio Rural desconocían ayer la fecha para firmar un nuevo convenio con los comuneros de Castrelo.
Antes de que se produjera el incendio, los comuneros ya habían firmado un convenio con Medio Rural para el aprovechamiento del monte, iniciativa que les sirvió ahora para vender a un maderero la mayor parte de la madera carbonizada, mayoritariamente troncos de pinos.
Francisco Pérez declinó ofrecer detalles sobre los beneficios obtenidos por los árboles ardidos, pero asegura que no son suficientes para llevar a cabo la repoblación. 'Ademáis, no convenio que tiñamos firmado, a Xunta é titular do 30% da superficie', puntualizó.
El nuevo plan de ordenación de las 400 hectáreas carbonizadas contempla una nueva plantación de pinos, que se intercalarían entre robles y mimosas. Además, los comuneros destinan 40 hectáreas para repoblarlas en exclusividad con castaños al considerar que son más productivos, 'porque podemos aproveitar madeira e fruto', comenta Francisco Pérez.
Los comuneros urgen las ayudas al tener el dinero obtenido por la madera carbonizada en una entidad bancaria. 'Se non o invertimos, Facenda nos leva un 25% en impostos', explica Francisco Pérez.
En la comarca de Monterrei ardieron en los últimos dos años 2.000 hectáreas de monte, la mayor parte de ellas en Castrelo do Val y Laza. Durante este tiempo no se llevó a cabo ninguna repoblación. En Medio Rural desconocían ayer la fecha para firmar un nuevo convenio con los comuneros de Castrelo.
