El Seprona investiga quién y por qué puso el veneno, que dejó malheridas a otros 10 ejemplares

Cebos con estricnina matan a cinco ovejas en Cualedro

Algunas de las ovejas que ingirieron el veneno, recuperándose en el establo de Senén González (Foto: A. R.)
Un vecino de Santa Baia (Cualedro), Senén González, perdió cinco ovejas y otras diez las tiene malheridas en su establo después de que ingirieran estricnina, un veneno muy potente, cuando pastaba el rebaño, en la tarde del pasado domingo, en un prado de su propiedad, en los alrededores de la localidad. 'Los animales fallecieron prácticamente en el acto. No sabía lo que estaba pasando, no me imaginaba que pudieran comer veneno, y al ver cómo otros caían al suelo y se ponían enfermos, avisé al veterinario, que acudió de inmediato', afirmó González Rivero, que tiene desde hace años un rebaño con 80 cabezas de ganado ovino.
'Los animales fallecieron prácticamente en el acto. No sabía lo que estaba pasando, no me imaginaba que pudieran comer veneno, y al ver cómo otros caían al suelo y se ponían enfermos, avisé al veterinario, que acudió de inmediato', afirmó González Rivero, que tiene desde hace años un rebaño con 80 cabezas de ganado ovino.

El veterinario no pudo hacer nada por salvar a cinco ovejas, aunque sí a las otras diez que habían ingerido el veneno. 'El cebo lo pusieron en patatas y manzanas, en una finca de mi propiedad', añadió el ganadero, recalcando que los autores 'sabían que ese día iba a llevar las ovejas a esa parcela'.

Al lugar acudió una patrulla de la Guardia Civil que inspeccionó sin éxito el monte a la búsqueda de más cebos envenenados. Los agentes mantienen una investigación abierta con el objetivo de identificar a la persona que esparció el veneno por la zona de pasto y conocer el móvil.

Senén González se mostraba ayer convencido que los cebos fueron colocados para matar a todas sus ovejas. 'Si algún vecino o persona de fuera del pueblo tiene algo contra mí o mi familia, que nos lo digan, que lo aclaren, se enfrenten a nosotros, pero no vengarse en unos animales, que no tienen culpa de nada', lamentaba. La situación mantiene en alerta al vecindario. El propio alcalde, Luciano Rivero, lamentaba lo sucedido y se solidarizaba con el ganadero, al mismo tiempo que tachaba de irresponsable a la persona que colocó los cebos envenenados en el monte 'porque nunca se sabe lo que pude pasar y las consecuencias que puede traer. El veneno, con la lluvia caída en los últimos días, incluso se puede filtrar a manantiales de agua', apuntó el regidor.

Buena parte de los vecinos se sumaron a la inspección del monte para cerciorarse de que no hay más cebos colocados, que puedan ser ingeridos por perros ante la próxima apertura de la temporada de caza o durante las sucesivas batidas al jabalí.

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