La celebración del Entroido en la villa del Támega, cuya próxima edición comenzaría el 4 de febrero, jueves de compadres, continúa en el aire debido a la crisis del covid-19.
En otras villas con circunstancias similares, como es el caso de Xinzo, portavoces del concello y una representación de la comisión de fiestas se reunieron a principios de este mes de octubre y adoptaron la decisión de suspender aquellas celebraciones que, dentro de la festividad, pudiesen congregar a demasiadas personas, aunque no se descartan reuniones sucesivas para seguir perfilando la conmemoración.
En el caso de Verín, el Concello, entidad que participa activamente en la elaboración de los actos festivos del carnaval, pospondrá el análisis de la situación al próximo mes de noviembre, tal y como afirmó el teniente de alcalde, Diego Lourenzo, que quiere hacer partícipes a los diferentes sectores implicados antes de tomar una decisión en firme. "En novembro nos poremos en marcha con esta cuestión sempre que a situación da pandemia nos permita facelo. Nesas datas o obxectivo é facer reunións cos sectores implicados e asociacións da vila", adelantó el teniente de alcalde de Verín, quien sigue manteniendo que, pese a las particularidades de cada Entroido, sería "interesante" adoptar una posición conjunta y coordinada sobre la celebración de esta fiesta tan emblemática.
