El pago del recibo eléctrico está suponiendo una carga demasiado pesada para el Concello de Verín. El alcalde, Juan Manuel Jiménez, no desveló ayer la cantidad que abona anualmente por consumo de electricidad, aunque reconoció que la entidad local adeuda en la actualidad a la empresa suministradora una 'cantidad importante'.
Para no incrementar más la deuda, el grupo de gobierno puso en marcha un plan de ahorro energético con el que pretende reducir el recibo al menos a la mitad. 'No podemos continuar con el gasto que tenemos en la actualidad, no se puede sostener', explicó Jiménez Morán.
Entre las medidas que ya fueron puestas en marcha está la sustitución de todas las bombillas del alumbrado público por otras de bajo consumo. 'Cuando hacemos una obra que conlleve iluminación, las bombillas ya tienen que ser necesariamente de bajo consumo', añadió el regidor.
La medida también afectó a la iluminación de los edificios públicos y la utilización de todos los aparatos (calefacción, ordenadores, ventiladores y aire acondicionado) que no pueden quedar enchufados al acabar el horario laboral.
Estos días, los técnicos municipales revisan toda la instalación eléctrica municipal con el objetivo de detectar contadores y enganches que suministran fluido eléctrico a edificios, aparatos y farolas que no son competencia del Concello.
La fiscalización aún no concluyó, pero Jiménez Morán tiene claro que 'los contadores que no sean municipales serán dados de baja, que cada administración pague lo que consume', aunque el regidor declinó ofrecer datos sobre los edificios e infraestructuras de otras instituciones que están consumiendo electricidad a cuenta del Concello.
Entre las medidas que ya fueron puestas en marcha está la sustitución de todas las bombillas del alumbrado público por otras de bajo consumo. 'Cuando hacemos una obra que conlleve iluminación, las bombillas ya tienen que ser necesariamente de bajo consumo', añadió el regidor.
La medida también afectó a la iluminación de los edificios públicos y la utilización de todos los aparatos (calefacción, ordenadores, ventiladores y aire acondicionado) que no pueden quedar enchufados al acabar el horario laboral.
Estos días, los técnicos municipales revisan toda la instalación eléctrica municipal con el objetivo de detectar contadores y enganches que suministran fluido eléctrico a edificios, aparatos y farolas que no son competencia del Concello.
La fiscalización aún no concluyó, pero Jiménez Morán tiene claro que 'los contadores que no sean municipales serán dados de baja, que cada administración pague lo que consume', aunque el regidor declinó ofrecer datos sobre los edificios e infraestructuras de otras instituciones que están consumiendo electricidad a cuenta del Concello.
