El personal del ropero atendió a 300 personas durante sus tres primeros meses de funcionamiento

La crisis agota las existencias del despacho municipal de alimentos del Concello de Verín

El despacho municipal de alimentos y ropa de Verín prestó ayuda en sus primeros tres meses de funcionamiento a 300 personas. La elevada demanda de este servicio, motivada por el aumento de necesidades básicas entre la población debido a la crisis, obligó a ampliar el horario de atención al público con la apertura en sábados (mañana y tarde). Además, agotó las existencias de alimentos y la voluntaria que lo atiende, Rosa Rodríguez, realizó un llamamiento a la ciudadanía para que ayude a reponerlas.
La crisis hace mella en Verín. El mejor indicativo es el incremento de las necesidades básicas que detecta entre la población el despacho municipal de alimentos y ropa. En tres meses de funcionamiento, su actividad fue incesante, hasta el punto que tuvo que ampliar el horario de atención al público con la apertura en sábados (mañana y tarde). Desde el 6 de marzo, brindó ayuda a 300 personas.

Además, la elevada demanda de este servicio agotó las existencias de los alimentos de tal forma que la voluntaria que atiende el despacho, Rosa Rodríguez Atanes, realizó un llamamiento a la ciudadanía para que ayude a reponerlas. ‘Es necesaria la solidaridad de los vecinos pues hay más necesidad de lo que parece, mucha gente lo está pasando mal. La crisis se nota muchísimo. Nosotros compramos algunos alimentos pero no llegan en el reparto’, expone Rosa Rodríguez.

Una máquina de coser

Afirma que la principal solicitud de los usuarios es el alimento pero que también se demanda mucha ropa, principalmente para niños, así como cochecitos y complementos para bebés. ‘Despachamos mucha ropa desde la apertura del despacho. Ahora, incluso hacemos arreglos con una máquina de coser que un vecino nos regaló. Es un éxito’.

Cuenta como curiosidad que entre los beneficiarios del despacho está la comunidad marroquí en Verín. ‘Está creciendo en el municipio y son inmigrantes que llegan con lo puesto. Brindamos ayuda a una pareja a la que le tuvimos que proporcionar sábanas, ropa, comida e, incluso, tenedores pues no tenían nada’, cuenta Rosa Rodríguez.

No obstante, aclara que la necesidad no sólo afecta a personas inmigrantes sino ‘a vecinos que antes no pasaban necesidad, parejas jóvenes que se quedaron en el paro e incluso gente de los pueblos que, aún teniendo su propia huerta, solicitan que le brindemos ayuda’.

Expone que en momentos de crisis el despacho de alimentos y ropa llegó como anillo al dedo para ofertar ayuda a los demás.

Carencia de estanterías para las prendas

El despacho de ropa y alimentos fue habilitado por el Concello con la ayuda de vecinos y empresarios que colaboraron aportando material. Sin embargo, en este momento registra una carencia de estanterías para colocar las numerosas prendas que entran en el local cedidas por los vecinos. ‘Estaríamos encantados de recibir una donación de estanterías, aun cuando fuesen de segunda mano, porque tenemos que tener la ropa en bolsas en el suelo’, expuso Rosa Rodríguez.


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