Un ejército de cigarrones abrió paso al multitudinario desfile de Verín

photo_camera Los cigarróns de Verín abarcan todas las edades y sexos, por lo que su continuidad está más que asegurada en el futuro.

Policías a la caza de Urdangarin y hasta el mismísimo Elvis se colaron entre las carrozas que recorrieron la villa. 

Policías buscando a Undargarín, arqueros, payasos escapadas de una sesión de circo, chicas de la Cruz Roja , Elvis, e incluso el nuevo coche de limpieza de corrupción del municipio de Feces de Abaixo. Todo esto se pudo ver ayer en el tradicional desfile del Entroido de Verín, que un año más abarrotó de público las aceras de las avenidas de Luis Espada y Castilla.

El desfile comenzó pasadas las doce del mediodía con la concentración de carrozas y comparsas en el barrio de San Roque. Media hora después, una descarga de bombas de palenque daba la salida a la comitiva, que la encabezaban 300 cigarrones, que fueron los encargados a base de latigazos de abrir paso entre el numeroso público que se agolpaba a lo largo de ambas avenidas. Tras los cigarrones, apareció la reina de la fiesta, Doña Elena, a la que seguía la Banda Municipal de Gaitas.

El desfile se prolongó durante más de dos horas. El concejal de Festejos, Víctor Manuel Baladrón, temía a la lluvia, pero ésta aguantó durante el paso de las comparsas y carrozas, entre las que apareció Elvis Presley, aviadores e incluso unos religiosos gamberros escapados del convento. También hubo referencias a la reforma del castillo para convertirlo en parador de turismo, a las cualidades del vino de la comarca y a varios programas televisivos.

El desfile lo cerraban una veintena de jinetes de los antiguos reinos de Castilla y Portugal, que mezclaban sus caballos con los que cabalgaban mosqueteros y nobles del condado de Monterrei. 

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