TENÍA 71 AÑOS

Conmoción en A Gudiña por la muerte inesperada del alcalde

Guillermo Lago falleció de infarto cuando estaba en una reunión política en el Hospital de Verín

 La inesperada muerte del alcalde de A Gudiña, Guillermo Lago, cuando asistía a una reunión en el Hospital de Verín para conocer al nuevo equipo directivo del centro, conmocionó a sus vecinos pero también a su partido político, el PP, que ayer expresó formalmente y con multitud de declaraciones de sus cargos, el pesar por el fallecimiento, provocado por un infarto fulminante.
El cuerpo sin vida del regidor, instalado en la capilla ardiente del velatorio A Gudiña a última hora de la tarde, será enterrado hoy tras el funeral que comenzará a las cinco  en la iglesia parroquial de la localidad. Deja viuda y dos hijos, uno de ellos, José María Lago, el teniente de alcalde del municipio y, quizás, futuro regidor.

Guillermo Lago, de 71 años de edad, con mayorías absolutas e incontestables desde 1987, falleció en las instalaciones del propio hospital. El veterano político había acudido con el resto de representantes municipales de la comarca a la presentación de la nueva directora gerente del centro, Guillermina Agulla Budiño. En el acto también estaba presente Eloína Núñez Masid, en su calidad de máxima responsable de la Xerencia sanitaria. 

Pasadas las 13,45 horas, y curiosamente después de que el finado regidor tomase la palabra para dirigirse tanto a los responsables sanitarios como a los asistentes al acto, regresó al lugar que ocupaba. Una vez sentado, y según relataron testigos presenciales, levantó su mano indicando previsiblemente que algo no iba bien, aunque todos, en un primer lugar, pensaron que quería realizar alguna precisión. A los pocos segundos, como así relató el concejal de Sanidad y Servicios Sociais del Concello de Verín, el socialista José Luis Martín, “se desplomó en la silla hacia atrás”. 

Atención inmediata
Fue el edil verinense, médico de profesión y amigo personal de Lago, el primero en acudir en  su auxilio. Le tendió en el suelo y comenzó con las maniobras de la reanimación cardiopulmonar básica, durante poco más de un minuto, tiempo que tardaron los efectivos sanitarios del hospital en acudir a la sala en la que se estaban produciendo los hechos, la biblioteca del centro. 

Los profesionales, con todos los equipos de urgencia disponibles, comenzaron con las técnicas de reanimación avanzada que durante más de 50 minutos intentaron, sin éxito, recuperarle. 
A las 14 horas y 45 minutos se certificó la muerte del regidor, que pasó a la morgue del centro verinense a la espera de ser trasladado al Instituto de Medicina Legal en Ourense para la realización de la autopsia. 

Por la tarde, el Partido Popular de Ourense efectuaba una declaración formal expresando su pesar por la muerte del veterano regidor, de un "amigo" que, además, había conseguido lo más difícil en política: "Tiña o apoio maioritario, elección tras elección, das súas veciñas e veciños". n

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