Una llamada telefónica al Servicio 112 Galicia alertando de la colocación de una bomba en el municipio de Verín movilizó a la Guardia Civil y Policía Nacional.
La alerta se produjo pasadas las seis de la tarde desde una cabina que tiene la Compañía R en la calle Laureano Peláez de la villa.
El autor que, según la Guardia Civil, tenía voz de hombre joven, no especificó el lugar en el que había sido colocada la carga explosiva, limitándose solamente a informar de que había una bomba y que iba a estallar antes de las ocho de la tarde. Así, desde el servicio de emergencias se movilizó a las fuerzas de seguridad, que 'blindaron' las calles adyacentes a Laureano Peláez con el objetivo de localizar al autor de la llamada telefónica. Los edificios públicos más próximos son la Casa consistorial,el Juzgado, Hacienda y el centro de salud. Por precaución, también fueron desalojados durante unas horas vecinos residentes en pisos cercanos a la cabina. Las patrullas revisaron todos los inmuebles e interrogaron a los transeúntes pero no encontraron rastro de ningún artefacto explosivo.
Después continuaron por el resto de edificios públicos e incluso los cajeros automáticos, los accesos a supermercados y paradas de taxi.
Los agentes ya sospecharon desde un principio que la llamada podría tratarse de una falsa alarma, dado que el autor no especificó el lugar en que estaba el artefacto, 'pero en estos casos hay que activar el protocolo y tomar todas las medidas de seguridad', explicaban en la Comandancia de Ourense.
La presencia de los agentes revisando edificio generó expectación entre el vecindario. La Guardia Civil abrió una investigación para identificar al autor de la llamada.
El autor que, según la Guardia Civil, tenía voz de hombre joven, no especificó el lugar en el que había sido colocada la carga explosiva, limitándose solamente a informar de que había una bomba y que iba a estallar antes de las ocho de la tarde. Así, desde el servicio de emergencias se movilizó a las fuerzas de seguridad, que 'blindaron' las calles adyacentes a Laureano Peláez con el objetivo de localizar al autor de la llamada telefónica. Los edificios públicos más próximos son la Casa consistorial,el Juzgado, Hacienda y el centro de salud. Por precaución, también fueron desalojados durante unas horas vecinos residentes en pisos cercanos a la cabina. Las patrullas revisaron todos los inmuebles e interrogaron a los transeúntes pero no encontraron rastro de ningún artefacto explosivo.
Después continuaron por el resto de edificios públicos e incluso los cajeros automáticos, los accesos a supermercados y paradas de taxi.
Los agentes ya sospecharon desde un principio que la llamada podría tratarse de una falsa alarma, dado que el autor no especificó el lugar en que estaba el artefacto, 'pero en estos casos hay que activar el protocolo y tomar todas las medidas de seguridad', explicaban en la Comandancia de Ourense.
La presencia de los agentes revisando edificio generó expectación entre el vecindario. La Guardia Civil abrió una investigación para identificar al autor de la llamada.
