Dará servicio gratuito ocho horas al día a cinco personas de la localidad
A Gudiña inauguró esta semana su primera "casa do maior" en una de las antiguas viviendas pertenecientes a Renfe. María Montserrat Nieves es la responsable de este proyecto en el que se prestará servicio y se cuidará a cinco mayores de la localidad ocho horas al día -a repartir como consideren las familias-.
Casi un centenar de personas participaron el fin de semana pasado en la inauguración oficial de Casa do maior Xía, bautizada así en honor a la madre de la impulsora de este nuevo servicio público en el municipio. María Montserrat contó, como es habitual en estos casos, con una subvención de la Consellería de Política Social de 15.000 euros para acometer la reforma del inmueble y adaptarlo todo lo posible a la normativa actual de accesibilidad. Una vez puesta en marcha la "casa do maior", que se regirá por la filosofía de las "casas niño" de la Xunta, percibirá una dotación anual de 19.000 euros del que pagará su salario y todo lo relacionado con el funcionamiento y mantenimiento del centro. Los gastos derivados del servicio de comida y merienda correrán a cargo de los usuarios, que podrán elegir entre hacer uso o no del mismo.
Dotación
Con sólo tres días de funcionamiento, este pequeño centro ya cuenta con dos usuarios, y se está valorando la entrada de un tercero por parte del departamento de Servicios Sociales. "Hai varias persoas interesadas, tamén no concello de A Mezquita. Non hai que esquecer que é algo novo e a xente ten que coñecer primeiro a filosofía existente", explica María Montserrat.
Los mayores estrenarán dos bicicletas estáticas que les servirán para estimular los movimientos. También disfrutarán de talleres de manualidades, pintura y memoria. "Cada abuelo é un mundo, ten o seu carácter. Algún con pouquiña cousa xa se conforma, outros precisan máis", añade. La Casa do maior cuenta con un jardín delantero y un patio en la parte de atrás del inmueble. Existe un acceso directo al centro desde la carretera y dispone de una rampa de acceso y barras para evitar posibles caídas. En el interior de la casa hay un andador y los baños están adaptados. "É como unha residencia de día pero en pequeniño", dice la impulsora.
