La tradición recorre Laza con la celebración del Santo Cristo

photo_camera El Santo Cristo en Laza. (Vídeo y fotos: Miguel Ángel).
Los vecinos y visitantes aplaudieron a Eva y se emocionaron con las danzas y el sacrificio de Isaac

Una vez más, Laza ha sabido mantener y avivar su tradición. Esa que cuidan desde hace décadas. Vecinos y visitantes disfrutaron del Santo Cristo, sus fiestas patronales en las que la religión se adueña del municipio. Y lo hacen a lo grande, con una representación de episodios bíblicos por las calles. 

Como todos los años, la expectación era alta momentos antes de conocer a la mujer que representaría a Eva. Y es que hasta el propio día no se desvela quien es la lazana que tiene el privilegio de convertirse en Eva por un día. Este año fue Rebeca Diz Queija, quien lucía radiante el traje y permaneció sin reír ni hablar -algo que deben hacer- toda la mañana. Entre aplausos y gritos de “guapa” se encaminó a la Iglesia de San Xoán de Laza, acompañada de Adán y los danzantes. Allí, comenzó la procesión con el Santo, el ramo con el gallo, Abraham, Isaac y el Anxo. Y cientos de personas.  

Tras varias paradas en el pueblo -en lugares con importante simbología- para que los danzantes destacaran, llegó el momento del sacrificio de Isaac en la Praza da Picota. Se llenó y allí la emoción estaba a flor de piel: una mujer lloraba emocionada mientras relataban y recreaban el sacrificio en el que acabaron (ficticiamente) con la vida de un cordero. Aplausos y más aplausos para continuar hasta la Iglesia, donde se celebró la batalla de moros y cristianos y la misa. 

Tras ello, el saludo de Eva desde su balcón y la carrera de los danzantes para luchar por el baile con Eva, que se celebró por la tarde y en el que el afortunado se sintió un privilegiado. Una cita que continuó con música y “troula” para todos los lazanos y visitantes. Un día para recordar, con el que muchos sueñan a lo largo de todo el año.

Laza despidió, así, abril para dar paso al mes de las flores. Y festejó, un año más, el Santo Cristo llevando la tradición a todos los rincones de este municipio ourensano, donde jóvenes y mayores luchan unidos por mantener el legado de sus antepasados. 

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