Una hora sobre el asfalto de la A-52, a la salida de Verín, bastó para comprobar que, pese a los esfuerzos de la Guardia Civil, todavía queda quien viaja sin puntos o se no toma conciencia sobre la influencia de las drogas en la conducción .
Todavía son muchos -comenta el alférez Alfredo Nogueiras, máximo responsable de Tráfico en el Destacamento de Verín y con más de 26 años de servicio- los que no son conscientes de lo que salir a la carretera con una copa de más puede suponer para él y para el resto de los usuarios de la vía. Porque esa es nuestra principal labor, a la que más tiempo, esfuerzo y medios dedicamos, la de proteger la seguridad de todos los usuarios de las vías y de corregir los comportamientos de aquéllos que con sus actitudes ponen en riesgo la integridad de los demás". Y un servidor pudo comprobarlo fehacientemente a pie de obra.
El viernes se iniciaba un campaña especial de control de motocicletas y en varios puntos de la provincia, aprovechando que el fin de semana es cuando más transitan estos vehículos de dos ruedas. El emplazado en la A-52 a su paso por Verín, al que fui destinado, se levantó en el punto kilométrico 162, dirección Benavente. Tres mil metros antes ya se advertía de que "algo está ocurriendo -relata el mando de la Guardia Civil- y te aseguro que más de uno entrará en este dispositivo a una velocidad inadecuada". ¿Más de uno? ¡Alguno podría levantarle la gorra al primero de los agentes que se encontraba en el control, de la velocidad a la que se aproximaba! Estos agentes son los primeros en detener a los usuarios si la infracción cometida era por exceso de prisa. Allí, primer test visual para determinar si el conductor había o no ingerido alcohol o drogas -en poco más de una hora, un joven dio positivo en cannabis. ¡A las doce y media de la mañana! Y minutos después de abandonar el firme, quien suscribe tiene conocimiento del delito cometido por un conductor, que, más chulo que un ocho, circulaba sin ningún punto en el carné.
No obstante, el alférez Nogueiras no dejaba de felicitarse por los resultados de su día a día en las carreteras: "En las carreteras, en lo que va de año hubo menos accidentes mortales. Lástima que ahora que el ciudadano está tomando conciencia de que si bebe no puede ponerse al volante, sean los positivos en drogas los que aumentan", lamentaba. Y como habían sido los moteros los que hasta allí me llevaron, mención expresa al buen comportamiento que tienen en vías interurbanas. "Hemos constatado que el mayor número de infracciones en estos vehículos son, precisamente, en las urbanas, por no llevar el casco o no abrocharlo debidamente. En carretera, aunque con excepciones, su comportamiento es impecable", destaca Alfredo Nogueiras. Curiosamente, sonaba en el cedé de uno a los que se le dio el alto -"Venía a lo mío y creo que me pasé un poco de velocidad, comenta"- Sabina y su "mucha mucha Policía". El del Audi, quien también iba a sufrir un severo correctivo económico por poner todos sus caballos y tecnología al servicio del riesgo -suyo y del resto de usuarios de las vías- tenía tanta ganas de cantar como el joven del positivo en drogas. Y con ellos, alguno más.
