La mejora de aceras en el barrio de San Lázaro (Verín) y la apertura de accesos hacia una pasarela de hierro que hay sobre el cauce del Támega, obligaron ayer a cortar el carril de la carretera N-525 en dirección Benavente, lo que provocó largas retenciones de vehículos durante prácticamente toda la jornada en ambos sentidos del vial.
La adjudicataria del proyecto de mejora de las aceras instaló un semáforo portátil en el centro de la calzada para que los conductores circularan de forma alternativa por el carril que conduce a Ourense.
El corte comenzó sobre las 10,00 horas cuando una máquina empezó a retirar el viejo firme de la acera para sustituirlo por otro nuevo. Los trabajos también incluyen la apertura de zanjas para instalar tuberías de saneamiento y abastecimiento. A esa hora, el tráfico era escaso, pero a medida que fue avanzando la mañana comenzaron las retenciones, que llegaron a afectar a la carretera que enlaza Verín con las localidades de A Pousa, Mixós y Estevesiños (Monterrei).
El atasco incluso lo padecieron coches patrulla de la Guardia Civil. Una vez solventado el obstáculo de la obra de mejora de las aceras, los conductores, cuando apenas llevaban recorridos unos metros, se topaban con abundantes señales de reducción de velocidad por obras. En este caso, se trata de las colocadas por operarios de la escuela taller San Antón de Verín para abrir accesos desde la carretera N-525 hacia una pasarela peatonal de hierro que hay sobre el río Támega. El paso es para evitar atropellos entre los numerosos viandantes que a diario caminan por la nacional entre Pazos y Verín.
A partir de ahora, podrán hacerlo, en vez de por la N-525, que carece de arcén en un tramo de unos 50 metros, por un camino a lo largo del Támega.
El corte comenzó sobre las 10,00 horas cuando una máquina empezó a retirar el viejo firme de la acera para sustituirlo por otro nuevo. Los trabajos también incluyen la apertura de zanjas para instalar tuberías de saneamiento y abastecimiento. A esa hora, el tráfico era escaso, pero a medida que fue avanzando la mañana comenzaron las retenciones, que llegaron a afectar a la carretera que enlaza Verín con las localidades de A Pousa, Mixós y Estevesiños (Monterrei).
El atasco incluso lo padecieron coches patrulla de la Guardia Civil. Una vez solventado el obstáculo de la obra de mejora de las aceras, los conductores, cuando apenas llevaban recorridos unos metros, se topaban con abundantes señales de reducción de velocidad por obras. En este caso, se trata de las colocadas por operarios de la escuela taller San Antón de Verín para abrir accesos desde la carretera N-525 hacia una pasarela peatonal de hierro que hay sobre el río Támega. El paso es para evitar atropellos entre los numerosos viandantes que a diario caminan por la nacional entre Pazos y Verín.
A partir de ahora, podrán hacerlo, en vez de por la N-525, que carece de arcén en un tramo de unos 50 metros, por un camino a lo largo del Támega.
