Los nacionalistas del BNG controlarán la Tenencia de Alcaldía y el departamento de Facenda
El gobierno municipal de Verín resultante de las elecciones municipales del 24 de mayo será de izquierdas, como estaba previsto. PSOE (6 concejales) y BNG (4 ediles) alcanzaron ya un principio de acuerdo que la asamblea nacionalista ratificó ayer y que contempla un decálogo de principios y un reparto de concejalías y competencias donde los socialistas de Gerardo Seoane se quedan con la poderosa área de Urbanismo, aunque las cuentas, a través del departamento de Facenda, las gestionará Diego Lourenzo, el candidato del BNG. Al tener más concejales, Seoane se convertirá en regidor y Lourenzo pasará a ser el futuro teniente de alcalde, según este pacto que hoy también ratificará, previsiblemente, la asamblea local del PSOE, donde también se ultimarán las competencias que tendrán los ediles socialistas.
Areas nacionalistas
De este modo, Diego Lourenzo tendrá la responsabilidad sobre las áreas de Facenda, Xardíns, Obras Públicas, Mocidade, Participación Cidadá, relación con las parroquias y los vecinos. Además, será el portavoz del gobierno municipal. El edil nacionalista Abelardo Meiriño se ocupará del Desenvolvemento Económico; Purificación Caldelas será la nueva concejala de Turismo, Comercio, Balnearios y Transporte; y, finalmente, Emilia Somoza, Emilia Somoza, de Educación, Cultura, Festexos e Deportes.
Asimismo, los dos socios de gobierno formalizaron un documento de principios, que ayer aprobó el BNG en la asamblea, que los nacionalistas consideran prácticamente suyo y que priorizará la legalidad y la transparencia, la adopción de todas las decisiones por consenso de los dos socios de gobierno, la atención a las demandas sociales y la igualdad de trato ante todos los vecinos sin tener en cuenta bando político al que pertenezcan; junto a ello apuestan por el empleo público basado en pruebas de selección con un tribunal independiente, la defensa de los servicios públicos frente a concesiones privadas, el desarrollo económico sostenible, la garantía de un equilibrio de servicios y prestaciones entre la capitalidad de la villa y las parroquias del municipio, la defensa del medio ambiente en todo el término municipal y el patrimonio cultural y la separación de la iglesia y el Concello.
