Ya es oficial: el nuevo puente de Queizás (Verín) se encuentra en pleno funcionamiento, abierto al tráfico rodado. El nuevo viario perimetral busca retirar el tráfico pesado del centro urbano de Verín, especialmente los camiones que circulan destino al Polígono de Pazos -unos 600 vehículos diarios-, reduciendo significativamente las emisiones contaminantes.
La actuación, que duró aproximadamente seis meses, supuso una inversión de un millón de euros -el 80% está financiado por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (Idae) y el 20% restante por el Concello-, y conecta la N-532 con el Polígono de Pazos, dos puntos estratégicos del municipio.
El puente de Queizás se enmarca dentro del Plan de Humanización, cuyo fin es convertir Verín en un lugar sostenible en el que el protagonista sea el peatón y no la afluencia de tráfico.
Futuros pasos
La villa del Támega continuará anotando cambios en su estructura. El próximo paso para culminar la unión de este viaducto es construir una rotonda en el cruce de la N-532 con el camino que lleva hasta el puente. Esta obra supondrá una inversión aproximada de 600.000 euros.
Paralelamente, otra actuación prevista es la construcción del futuro puente de A Preguiza -90 metros de largo-, el que conectará la Avenida de Laza con la carretera de Vences, una unión que descongestionará el tráfico en el centro urbano. La actuación, ya en marcha, se contempla en el Instrumento de Ordenación Provisional -además de llevarse a cabo a través de un Plan Especial- y precisa de una inversión de 1.500.000 euros.
Un proyecto que se presentó a la vez que el ya completo puente de Queizás. Construcciones que dan respuesta a un estudio de movilidad, uno de tráfico, otro de accesibilidad y a un plan estratégico, resultando de ellos los viaductos de unión entre los diferentes puntos de la villa.
Tras su finalización, el centro urbano verinés podrá conseguir reducir las emisiones contaminantes y mantener el tráfico pesado y el de paso circulando por las vías exteriores, conectadas estratégicamente para convertir Verín en “un lugar para sus vecinos”.
