crónica

Puestos "a fartura" en Chaves

La lluvia no mermó la afluencia de visitantes a la feria (XESÚS FARIÑAS).
photo_camera La lluvia no mermó la afluencia de visitantes a la feria (XESÚS FARIÑAS).
El municipio de Chaves celebra estos días su famosa Feira dos Santos, el evento más importante de la ciudad. La organización espera a 400.000 visitantes, y muchos de ellos se acercarán desde la provincia ourensana. 

Visitar Chaves en la Feira dos Santos y no comprar nada es tan poco probable como no cruzarse con algún ourensano -principalmente de Xinzo o de Verín- a lo largo y ancho de los dos kilómetros de puestos ambulantes. Durante este fin de semana centenares de miles de personas asisten al mercado de calle más popular de Portugal y que se celebra a tan sólo 10 kilómetros de la frontera con Galicia, en plena Eurocidade, lo que provoca que sean muchos los que "no encuentren un plan mejor" que comerse un "bacallao", degustar dulces "farturas" o comprarse lotes innumerables de calcetines a precio de risa. 

La lluvia prevista para estos días no está mermando notablemente la afluencia de visitantes a la feria. A primera hora de este viernes se producían algunos colapsos a la entrada del municipio de Chaves y aparcar era "misión imposible" en las proximidades del evento. 

El municipio luso se encuentra invadido estos días por las atracciones de feria, el olor entremezclado a dulce y castaña, y hasta donde alcance la vista todos son puestos de feria. Resulta difícil caminar por el centro y no darse cuenta, de pronto, de la necesidad de comprarse una colcha para la cama, utensilios de cocina, ropa o calzado, o de llevarle kilos de "pasteliños de Belem" a familiares y amigos. 

Los españoles son los que prefieren "pasar el día" y aprovechar para comer en la ciudad lusa. No es difícil encontrarse con importantes colas a la entrada de algunos de los restaurantes de la zona. Es el caso de Isabel Penedo, que viene desde Ourense en autobús para aprovechar toda la jornada. "Veño todos os anos. Gústame moito, especialmente o de comer o bacalao", dice sonriente. "Estaremos aquí todo o día e marcharemos sobre as seis", añade. 

A pocos metros de distancia, Carlos Vázquez, también de Ourense, pasea con su familia. "Se pasa muy bien. Hoy vimos más opciones aquí que en Ourense", opina. "Yo no tengo mucho antojo de nada, pero traigo a la familia para que se gasten ellos", añade entre risas. Los limianos tambien aprovechan para comprarse algún capricho, es el caso de José Ramón Camino o Xoán Antón Losada. "É a primeira vez que veño, de momento mercamos churros, que están moi ricos", dice el último.

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