Aunque Silvia Pousada nació en Nuremberg (Alemania), se crió en Verín, lugar que considera su hogar y donde guarda viejas amistades y a gran parte de su familia. Con el paso de los años se fue a Villanueva de la Cañada, en Madrid, donde trabaja como psicóloga y sexóloga clínica. Todos los años, en las vacaciones de verano, regresa a la villa del Támega, lugar de encuentro con gente importante de su vida, píldora para recargar la energía y que la reconforta enormemente.
¿Por qué decide volver cada verano a Verín?
El principal motivo siempre es estar más tiempo con la familia, ver a amigos a los que no sueles ver mucho durante el año y disfrutar lo máximo posible de todas las cosas que ofrece la comarca, desconectando totalmente del día a día de Madrid.
¿Qué es lo que más le gusta de la zona?
Pues me quedaría con todas las zonas fluviales y de balneario, así como la oferta cultural (exposiciones en Monterrei o Verín, conciertos de verano...), sin olvidarnos de la parte gastronómica y comercial, apoyando el comercio de proximidad y local.
¿Le gustaría volver a Verín con el paso de los años?
En mis planes por el momento no está previsto, pero siendo sincera, no me importaría, nací en Alemania, pero Verín ha sido mi hogar y he pasado muy buenos momentos aquí, y lo sigo haciendo cada verano.
Este año, con el coronavirus de por medio, ¿es un alivio regresar al rural?
Por suerte, me he sentido segura en ambos sitios, tanto en la zona en la que vivo en Madrid, en Villanueva de la Cañada, como en Verín; hay que tener cuidado y cumplir las medidas sanitarias.
¿Qué ventajas le encuentra al rural frente a la ciudad?
Ambas cosas tienen ventajas e inconvenientes, pero una ventaja del rural sería el contacto con la naturaleza, es una forma excelente de desconectar, algo que se hace más difícil en la ciudad. Aquí tienes un montón de montes, ríos y paseos a mano.
¿Qué lugar le recomendaría visitar a un turista?
El patrimonio natural, histórico y cultural de la zona (Castillo de Monterrei, por ejemplo) y disfrutar de la gastronomía.
