CONFLICTO VECINAL

Verín busca casa a una familia tras un enfrentamiento vecinal

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photo_camera Un tramo de la avenida de Portugal, punto en el que se produjo el enfrentamiento entre las familias.

El Concello hará el realojo, tras mediar la Guardia Civil, para arreglar el problema de convivencia

El Concello de Verín buscaba ayer una vivienda para realojar a una familia, residente en la avenida de Portugal, tras un enfrentamiento con un vecino del mismo edificio. Ambas familias protagonizaron una reyerta en la tarde del pasado lunes, que obligó a intervenir a la Guardia Civil y a la Policía Local. Los efectivos de seguridad y los servicios de asistencia municipal recomendaron que la familia abandone el inmueble ante el "alto riesgo" de que se produzca un nuevo enfrentamiento con graves consecuencias.

El alcalde, Gerardo Seoane, declinó ayer hablar de los problemas que mantienen enfrentados a los vecinos, así como de la situación en que se encuentra la familia que debe abandonar sus vivienda y si tiene hijos menores a su cargo. El regidor reconoció que se estaba buscando una nueva casa para esta familia en otro punto de la villa, la cual ocuparían en régimen de alquiler."Tomamos medidas porque hay unha mala convivencia", apuntó Gerardo Seoane.

Tras el enfrentamiento del pasado lunes, que generó alarma entre el resto de vecinos de la avenida de Portugal, la Policía Local y efectivos del Concello se hicieron cargo de los siete perros que tiene la familia que tuvo que abandonar la casa.

Perros enfermos

Los canes, según pudo saber este periódico, pueden se una de las causas que generan la mala convivencia. Cuatro de los perros permanecían en la tarde de ayer dentro de las instalaciones que tiene la asociación Pro Animales de Verín, según confirmó su responsable, María Nives Gascón.

Los otros tres restantes, que al parecer son cachorros de corta edad, estaban ingresados en un clínica veterinaria por precaución dado que estuvieron varias semanas enfermos y aún no están recuperados del todo.

La familia ya no pudo permanecer durante toda la jornada de ayer en su vivienda, a la que acudió para recoger pertenencias pero en compañía de agentes de las fuerzas de seguridad.

El cabeza de familia se mostró dispuesto a marcharse a otra casa, pero siempre y cuando le fuera facilitada por la entidad local. 

Denuncias, insultos y amenazas de muerte

El enfrentamiento que protagonizaron las dos familias se saldó sin  heridos. En la Guardia Civil aseguraban ayer desconocer la  reyerta, durante la que los contrincantes se enzarzaron en todo tipo de insultos y amenazas de muerte, que  ya fueran puestas en conocimiento de las autoridades judiciales. 

Las familias llevan meses enemistadas, lo que ya provocó denuncias, alguna de ellas referentes a la situación sanitaria en que se encuentran los perros, que, según pudo saber este periódico, también molestaba a otros vecinos de la zona, aunque estos optaron por  soportar la situación.

Las fuerzas de seguridad temían ayer que las familias enfrentadas lleguen a consumar sus amenazas. "El riesgo es muy alto porque la convivencia está muy deteriorada. Además,  hay mucho resentimiento entre ambas familias", apuntaron fuentes policiales. 

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