La feria de productos locales, certamen de gastronomía, catas, deporte y música coparon el programa.
El bacalao y el cabrito, el vino amparado por el sello Denominación de Origen Monterrei, la música y el deporte centraron la primera jornada de la fiesta del Lázaro en Verín, que continuará hoy e incluirá la procesión del patrón desde su capilla hasta la iglesia parroquial.
El casco urbano comenzó a llenarse de público a partir de las nueve de la mañana con la competición de las escuelas de fútbol y tenis en el complexo deportivo de A Granxa. Una hora más tarde, una descarga de bombas de palenque anunciaban la apertura de la feria de productos locales en el pabellón de deportes, a cargo del alcalde Juan Manuel Jiménez Morán, que estuvo arropado por sus homólogos en la comarca y la Banda Municipal de Gaitas.
El regidor apostó durante su intervención por revitalizar las fiestas tradicionales e hizo hincapié en ensalzar el bacalao y el cabrito para seguir "promovendo a imaxe da nosa comarca como un destino turístico gastronómico".
Ambos productos fueron cocinados en el mismo recinto ferial por alumnos de las escuelas de Hostelería de Ourense y Chaves, además de aficionados a la restauración, mientras los numerosos asistentes recorrían los puestos de las 70 empresas -los había de artesanía, repostería, alimentación, jabones artesanales, quesos, licores, aceites y bisutería- presentaban sus ofertas y novedades.
Cocina al vivo
El concurso de cocina finalizó sobre el mediodía. En el caso del alumnado de Hostelería, el primer premio fue para Fabio Magré y Vasco Martíns, de Chaves, por un plato de bacalao confitado con verduras. En el apartado de aficionados, el galardón se lo llevó Anabel Dacosta, de Verín, por una "flor de bacalao con corazón".
En a lo que dulces se refiere, los galardonados fueron Fabio Rúas y Luis Santos (Chaves), que elaboraron un flan de huevo con jamón y licor café, mientras en la categoría de aficionados fue para María Luna e Iván Berlana por el postre "arcoiris de cupcakes de castañas".
La afluencia de público se incrementó sustancialmente por la tarde, obligando a la Policía Local y Protección Civil a regular el accesos al recinto ferial, en el que el Concello habilitó una sala a modo de guardería infantil para que los padres pudieran dejar a los niños mientras visitaban el recinco y realizaban compras. Una orquesta se encargó de animar el ambiente por la noche.
