El vehículo de su propiedad en el que se daban a la fuga los asaltantes había sido sustraído en Italia

El verinense al que le cortaron un dedo en un asalto en Tomiño, detenido por tener un coche robado

El verinense residente en Tomiño (Pontevedra) al que unos atracadores cortaron un dedo fue detenido por la Guardia Civil acusado de un delito de receptación de vehículos robados. El todoterreno propiedad de la víctima utilizado por los asaltantes en su huida fue localizado al día siguiente del asalto en las inmediaciones de la vivienda y tenía el número del bastidor manipulado y figuraba como robado en Italia. El caso continúa abierto y la Guardia Civil investiga para detener a los asaltantes.
De víctima a acusado. El vecino de Tomiño, aunque natural de Verín, José Antonio Diéguez, al que el pasado 16 de febrero le cortaron un dedo y la falange de otro, fue detenido por la Guardia Civil acusado de un delito de receptación de vehículos robados al comprobarse que el todoterreno de su propiedad en el que huyeron los atracadores había sido sustraído en Italia. José Antonio Diéguez quedó en libertad después de prestar declaración en las dependencias de la Benemérita.

El asalto a José Antonio Diéguez levantó sospechas en los agentes desde el primer momento, que centraron sus investigaciones en las actividades económicas de la víctima y en su entorno más cercano. Nada parecía encajar. El hombre fue supuestamente atracado sobre las tres de la tarde por tres individuos que entraron en la casa cuando en su interior sólo se encontraba la víctima. Después de propinarle una paliza y cortarle un dedo y la falange de otro, huyeron llevándose consigo unos 50.000 euros en metálico que el asaltado guardaba en su casa. Para abandonar el lugar usaron su todoterreno, que fue localizado aquella misma tarde en las proximidades de la vivienda. Fue entonces que saltaron todas las alarmas. El número del bastidor había sido manipulado. Tras averiguar el original, los agentes descubrieron que el vehículo había sido robado en Italia.

Pero no fue sólo este hecho el que hizo sospechar a la Guardia Civil. El atraco sólo fue denunciado dos horas después de haberse cometido. Y eso cuando la víctima presentaba numerosos hematomas y dos amputaciones en la mano. Además, los vecinos de la zona en la que residía el hombre con su mujer, manifestaron sus sospechas sobre las actividades económicas del matrimonio, al que nadie conocía muy bien ya que vivían en una casa apartada y apenas se relacionaban con los demás habitantes.

'No debo dinero'


El caso continúa abierto y los investigadores buscan todavía a los tres presuntos atracadores. Uno de los asaltantes, según adelantó este periódico, tenía acento sudamericano, mientras que los otros dos hablaban entre ellos en castellano. Los atracadores llevaban la cara tapada con un pasamontañas e iban armados con una pistola. Los dedos se los cortaron utilizando para ello una herramienta que cogieron en el garaje de la casa, posiblemente una pala de jardín.

La investigación abarca al norte de Portugal ante las sospechas de que los asaltantes cruzaran la frontera. La familia de José Antonio Diéguez afirmaba dos días después del robo que no tenían enemigos, vivían de su trabajo y no debían dinero a ninguna persona. Hacían estas declaración para desmentir las informaciones aparecidas en distintos medios de comunicación referentes a que la Guardia Civil sospechaba que el robo podría estar relacionado con un posible ajuste de cuentas.




Te puede interesar