Dos religiosas con voto de pobreza refuerzan la labor de los sacerdotes en 10 parroquias de Laza

Una vida sin alforjas

Las dos hermanas dirigiendo un coro de vecinos de Xinzo de Limia.
Dos hermanas de la orden de la Fraternidad Reparadora (en España sólo hay 100) acaban de asentarse en Laza con la misión de colaborar con los tres sacerdotes del municipio en 10 parroquias. Su tarea consiste en orar con los fieles, visitar a los enfermos, impartir clases de catequesis, cursos prematrimoniales y si fuese necesario ‘misas’ (acción de la palabra). Su principal voto es la extrema pobreza: duermen en el suelo, no aceptan ni manejan dinero y viven de la providencia (lo que le proporcionan los vecinos).
Laza cuenta con dos nuevas vecinas muy especiales, dos hermanas de la orden de la Fraternidad Reparadora que acaban de asentarse en la localidad con la misión de colaborar con los tres sacerdotes del municipio en 10 parroquias.

Su tarea consistirá en orar con los fieles en las iglesias, visitar a los enfermos, impartir catequesis a los niños, así como dar cursos prematrimoniales y de formación a la juventud. Además, si fuese necesario, podrían pronunciar ‘misas’ (acción de la palabra).

El Obispado de Ourense les proporcionó una casa en el ‘corazón’ de Laza para que ejerzan su misión y, ahora, les entregarán un vehículo para que puedan desplazarse por las parroquias.

Las dos hermanas llegaron sin alforjas (sin equipaje, con lo puesto) pues el principal voto de la orden, además de la obediencia y la castidad, es la extrema pobreza. Por este motivo, duermen en el suelo cubiertas por unas mantas y viven de la providencia, es decir, comen lo que les facilitan los vecinos. No aceptan ni manejan dinero. Renuncian a cualquier tipo de comodidad, incluso el teléfono. Sus vidas consisten en la dedicación en cuerpo y alma a los demás.

Una vida sencilla


Se llaman Ana e Inmaculada pero declinan con una amplia sonrisa y una exquisita amabilidad cualquier tipo de entrevista en los medios de comunicación. No son amigas del protagonismo y desprenden generosidad por los cuatro costados: ‘Nuestra vida es muy sencilla’, dicen. Apuntan que ‘hay personas que nos conocen porque estuvimos durante 16 años muy cerca, en Xinzo de Limia. En Laza nos han acogido con muchísimo cariño. Estamos muy contentas’.

Ambas, que son naturales de Madrid y Andalucía, iniciaban la jornada destinando la mañana a orar en la iglesia de Laza: ‘Vamos a rezar por todo el pueblo. Estamos para ayudar a todo el mundo’, explicaban entusiasmadas, mientras algunos vecinos se acercaban al templo para conocerlas.

Un refuerzo


El párroco de Laza, Luis Salgado, manifestó que ‘son un refuerzo muy importante a la labor del sacerdote. El problema no es el número de curas, pues no hay pocos, sino la dispersión de los pueblos del medio rural’. También cita que los sacerdotes, además de atender las parroquias, tienen otras tareas. ‘En mi caso soy también delegado de vocaciones en Ourense, así que la presencia de las hermanas es de gran ayuda en este municipio’, aclara.

Destaca que la tarea de ambas religiosas es ‘asistencia espiritual a todas las personas, conversar con ellas, escuchar, visitar las casas, patear los pueblos y mantener una cercanía con los veci nos para acercar la iglesia a los fieles. Es una labor muy grande’.

Hace cinco días, la parroquia organizó una misa de bienvenida para las dos hermanas que congregó a sacerdotes de la comarca y vecinos. En la actualidad, sólo hay 100 hermanas en España de la Fraternidad Reparadora de las que cuatro están en la provincia de Ourense, concretamente dos en la Baixa Limia (Muíños y Entrimo) y otras tantas en Laza. Cada tres años el Obispado revisa su labor y cuando se considera cumplida las trasladan a otra localidad.

‘Llevan la sonrisa siempre en sus rostros’


Los sacerdotes de la comarca mantuvieron ayer por la tarde una reunión presidida por obispo de Ourense durante la que, entre otros temas, abordaron el programa de trabajo de las dos hermanas de Laza. Mientras, en Xinzo, fieles consultados manifestaron sentirse agradecidos por la labor que realizaron en el municipio. ‘Deben continuar su tarea en Laza. En Xinzo hicieron muchas actividades, incontables visitas a enfermos y siempre con la sonrisa en sus rostros, infundiendo alegría’.


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