A Xironda vive sus tradiciones con la procesión de los Faroles

“É unha costume moi antiga, contan os vellos que en tempos viñan dende Baltar para subir ao alto do Larouco e ver dende alí a procesión”. Así es como resumen los vecinos de A Xironda la celebración de la procesión de los Faroles el Jueves Santo, una cita peculiar en la que la luz y los colores toman el protagonismo. Mañana, a las 20,45 horas, comienza la misa que dará paso a la procesión en la que los faroles de A Xironda iluminarán las calles. Con recorrido desde la Iglesia a la capilla del pueblo y vuelta al inicio, los feligreses y vecinos de este núcleo poblacional de Cualedro retomarán tras dos años de parón -por la pandemia- esta tradición tan marcada en A Xironda. “É algo que se leva facendo moito tempo, antes os farois, de madeira, eran de papeis de cores e lume, e moitos deles ardían se había aire, pero agora a maioría -queda algún dos outros- son de tela de cores e levan bombillas con pilas ou baterías”, cuenta Luciano Rivero, alcalde de Cualedro, quien presume de las costumbres de su municipio: “Apoiamos esta tradición e o seu mantemento, é algo diferente na zona e moi noso”, añade el regidor. Procesion de A Xironda en el 2019. Este acontecimiento va más allá de la devoción y la fe, son muchos los que se acercaban años atrás en estas fechas de Semana Santa al pueblo para ver la procesión. “Tras a misa, apáganse as luces nas calles e os farois son o único que iluminan ao noso paso, é algo moi bonito e moi sentido”, cuenta un vecino que vive la tradición desde siempre. Y es que en A Xironda tener faroles en casa es tan común como guardar en el armario los trajes de la mázcara de Entroido. Normalmente, estos están hechos con seis u ocho luces y, incluso en “anos bos, chegamos a saír entre 80 ou 100 farois”, recuerdan en A Xironda, quienes confían en que el jueves sus calles se vuelvan a llenar de color y que todos aquellos que tengan faroles participen en esta cita tan arraigada a sus costumbres. Jueves Santo de penitentes en Oímbra Otro de los lugares que cuida y mima su tradición es Oímbra, donde se celebra una Semana Santa “única” en Ourense. “Na provincia a procesión do Xoves Santo non se ve en ningún outro sitio”, explica Ana María Villarino, alcaldesa del municipio, quien recordaba “de toda a vida” la celebración de la Semana Santa, con un parón de 30 años, “haberá sete ou oito anos veu un párroco novo e comezouse a recuperar isto”. Oímbra vive el Jueves Santo con la procesión de penitentes, a las 21,00 horas. Tras dos años de parón, mañana las calles de Oímbra volverán a acoger esta procesión en la que los penitentes bajan por la carretera desde la Iglesia dando una vuelta por el Cabildo y regresando de nuevo al punto de partida, un recorrido “que descalzo, semiespido e a catro patas é duro, un sacrificio para a xente ofrecida, é o máis impactante”, describe Villarino.